El Comité de Derechos de los Trabajadores Migrantes de la Organización de las Naciones Unidas expresó el martes 20 de abril su preocupación por la expulsión de Chile de cientos de migrantes y recordó que las convenciones de la ONU prohíben las expulsiones colectivas, por lo cual deben examinarse individualmente.
Dos de estas expulsiones ocurrieron el pasado mes de febrero, indicó en un comunicado la comisión después de revisar la situación de los trabajadores migrantes en Chile durante su última sesión.
Los expertos de la ONU subrayaron no obstante que Chile ha mejorado en aspectos como la aprobación de la Ley de Migración y Extranjería, “que tras ocho años de discusión, trae cambios positivos en consonancia con la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migrantes”.
“El objetivo es poner orden en nuestra casa a través una política ordenada, segura y regular que permita la inmigración legal y combata la ilegal”, afirmó recientemente el presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera tras promulgar esta legislación.
Mapa con el detalle de las principales rutas terrestres usadas por los migrantes venezolanos hacia Chile. Infografía: AFP
En el apartado de recomendaciones, el comité pidió a Chile especial protección al derecho a la salud de los migrantes en el actual contexto de pandemia y “desarrollar medidas para eliminar la xenofobia y los estereotipos discriminatorios”.
También sugirió medidas de gestión de fronteras que “estén en consonancia con el principio de no devolución y la prohibición de expulsiones arbitrarias y colectivas”, así como más restricciones en el uso de Fuerzas Armadas en los controles fronterizos.
La promulgación de la Ley de Migración y Extranjería se produce en un momento de auge migratorio, especialmente en la frontera norte, entre Chile y Bolivia, donde durante febrero y marzo se registró la entrada de más de un millar de inmigrantes de manera irregular que provocó el colapso de varias pequeñas localidades fronterizas.
El desabastecimiento, los enfrentamientos entre autoridades y grupos de migrantes y la crisis sanitaria de la COVID-19 crearon un clima de máxima tensión en la región, que empeoró con el fallecimiento de cinco extranjeros.
Con información de EFE