Israel, que veta el acceso de turistas para prevenir la expansión de la COVID-19 desde hace más de un año, planea reabrir sus fronteras a visitantes extranjeros que estén vacunados y vengan en grupo a partir del 23 de mayo, según anunciaron este miércoles los Ministerios de Salud y de Turismo en un comunicado conjunto.
Esta fecha marcará ‘la primera fase’ para la entrada de personas con visado de turismo desde que el país se cerró casi por completo en marzo de 2020. Desde entonces, Israel solo ha permitido el acceso a sus ciudadanos y a extranjeros con permiso de residencia, lo que dejó al creciente sector turístico de la región en crisis.
Con estas medidas, las autoridades buscan poner en marcha de nuevo el flujo turístico, pero quieren hacerlo con precaución: en un inicio, solo permitirán el acceso de grupos de turistas vacunados, ya que su movimiento “es más fácil de supervisar”. Más adelante, si la tasa de contagios en Israel sigue a la baja, se explorará a su vez la opción de dar acceso a visitantes a nivel individual.
Según lo acordado por Turismo y Sanidad, cualquier turista deberá presentar un test negativo de COVID-19 hecho antes de su llegada, y una vez aterrizado deberá hacerse otro PCR y una serología para demostrar que fue vacunado y tiene anticuerpos contra el virus.
En los próximos días, se presentarán pautas más detalladas del plan, pendiente también de ser aprobado de manera definitiva.
La ministra de Turismo, Orit Farkash-Hacohen, consideró el anuncio de este miércoles como un “primer paso importante para la industria” turística, que solo “revivirá realmente” con “la apertura de los cielos para el turismo internacional”. Este sector dependía en gran medida de los peregrinos cristianos que visitaban los lugares sagrados de Tierra Santa, y su ausencia es muy notable desde el cierre de fronteras.
Después de que Israel realizara una veloz vacunación —más del 50% de su población ya está inmunizada— y reabriera su economía casi por completo, ahora “es momento de permitir el turismo de manera cuidadosa”, aseguró el titular de Sanidad, Yuli Edelstein.
La rápida campaña de inmunización ha reducido en gran medida los contagios, muertos e ingresados en Israel, que ha vuelto a una cierta normalidad parecida a los tiempos previos a la pandemia.
Las restricciones en el interior del país se han ido aliviando de manera progresiva, y se prevé que la semana que viene ya no sea obligatorio llevar mascarilla en espacios abiertos, aunque seguirá siendo requerida en interiores y reuniones públicas, según anunció un alto cargo de Sanidad.