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Canal de Suez: investigación podría tener sanciones de millones de dólares

Cuando se determine la responsabilidad, podrían empezar años de litigios sobre los costes de reparar el barco, arreglar el canal y reembolsar a los que sufrieron demoras en sus cargas.

larepublica.pe
El barco es de una empresa japonesa, pero lleva bandera panameña y está al servicio de una compañía de Taiwán. Foto: AFP

Un conjunto de especialistas se embarcó este martes 30 de marzo en el enorme buque carguero que estuvo cerca de una semana atravesado en el canal de Suez (Egipto) para descubrir qué salió mal. La indagación podría suponer miles de millones de dólares en repercusiones judiciales.

Mientras que los barcos volvían a recorrer el paso que conecta Oriente y Occidente a través del Mediterráneo y el mar Rojo, centenares de navíos más esperaban su turno en un procedimiento que tardaría días.

Autoridades egipcias, aseguradoras, navieras y otras esperaban conocer más precisiones sobre qué causó que el Ever Given se quedara encajado en el tramo sur del canal el martes 23 de marzo.

Cuando se resuelva la responsabilidad, podrían iniciar años de litigios sobre los costes de reparar el barco, arreglar el canal y reembolsar a los que sufrieron demoras en sus cargamentos. Y con un barco, propiedad de una firma japonesa, operado por una naviera taiwanesa, con bandera de Panamá y ahora detenido en Egipto, el asunto se convierte en un embrollo a nivel global.

“Este barco es una conglomeración multinacional”, manifestó el capitán John Konrad, fundador y director general del portal de noticias de navegación gCaptain.

Los expertos subieron este martes al Ever Given en el Gran Lago Amargo, justo al norte de donde la embarcación se quedó inmovilizada. Los investigadores buscaban pistas de daños e intentaban señalar la razón del incidente, contó a The Associated Press un destacado piloto del canal, que declaró bajo condición de anonimato.

El daño a la nave podría ser estructural, advirtió Konrad. Varado durante días en el canal, la parte central del barco subió y bajó con la marea, curvando el casco en ambas direcciones bajo el tremendo peso de unos 20.000 contenedores colocados a lo largo de sus 400 metros de eslora.

El último lunes, cuando el personal reflotó parcialmente el barco, toda esa presión se adelantó a su proa, que actuó como punto de apoyo hasta que la embarcación fue liberado por fin.

“La integridad estructural es lo primero. Ese barco soportó mucha presión cuando estaba atorado en el canal”, indicó el director de gCaptain. “Tienen que revisarlo todo, comprobar si hay grietas y en especial ese timón y el propulsor en popa que está conectado con la sala de máquinas”.

Para este martes por la mañana había más de 300 embarcaciones a ambos lados del Canal de Suez y en el Gran Lago Amargo que esperaban a recibir autorización para navegar hacia sus destinos, detalló Leth Agencies, una firma que presta servicios al canal.

La firma propietaria del buque, Shoei Kisen, dijo que participaría en la investigación junto con otras partes, aunque no las identificó. También rechazó hablar sobre las posibles causas del suceso, como un supuesto exceso de velocidad y otros errores, afirmando que no podía comentar sobre una investigación en curso.