El Gobierno de la Argentina formalizó este miércoles 24 de marzo su retiro del Grupo de Lima, impulsado por Perú para favorecer una solución pacífica a la severa crisis que padece Venezuela bajo la gestión de Nicolás Maduro.
A través de un comunicado, publicado en la web de la Cancillería argentina, condenaron “las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes”, que en su opinión “no han conducido a nada”.
El Grupo de Lima, compuesta por naciones como Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica o Perú, dejó ingresar a Venezuela representada por la oposición que encabeza Juan Guaidó y esa fue una de las críticas de la Argentina en su texto oficial.
“La participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar”, precisó.
En 2019 habían más naciones dentro del Grupo de Lima. Luego México se salió tras el cambio de gabinete. Infografía: AFP
Una vez que el peronista Alberto Fernández asumió el poder en la Argentina aclaró que habría un cambio de políticas respecto a Venezuela, que irían en detrimento de lo realizado por su antecesor, el conservador Mauricio Macri.
“Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional”, dijo la Cancillería.
Igualmente, acotaron que es “primordialmente” responsabilidad de las autoridades chavistas producir las condiciones para que haya “un diálogo que resulte productivo” sin apartar a la oposición.
“Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones”, agregó.
Guaidó y Macri establecieron en su momento una coordinación entre Venezuela y Argentina que se quebró con la llegada de Fernández al poder. Foto: AFP
Sumado a esto, manifestó que “la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables”.
En otras ocasiones tanto Fernández como el canciller Felipe Solá han pedido a Estados Unidos y la Unión Europea que cesen las medidas coercitivas contra funcionarios del régimen de Maduro.
“Las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos”, afirmó el Ejecutivo.
Por último, señaló que la Argentina “continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región” a través de soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado.