Bélgica anunció el último viernes 16 de octubre un toque de queda entre la medianoche y las cinco de la mañana, y el cierre de todas las cafeterías y restaurantes por un mes para intentar frenar la escalada de casos de coronavirus, que le sitúan como segundo país con más incidencia de COVID-19 de la Unión Europea.
“Nos damos cuenta de que estas medidas son duras y que habrá quien piense que no son justas, pero este virus no es justo. No nos afecta a todos, pero afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables”, dijo en rueda de prensa el primer ministro, Alexander De Croo.
Las nuevas restricciones, que entrarán en vigor el lunes próximo, se decidieron en un comité de concentración con los responsables políticos federales y regionales, al que no pudo acudir la ex primera ministra y actual titular de Exteriores, Sophie Wilmès, quien poco antes tuvo que entrar en una cuarentena preventiva al notar síntomas sospechosos de coronavirus
El primer ministro advirtió de que las cifras que registra Bélgica en la actualidad “son peores que en marzo y abril” y afirmó que la única misión del Gobierno ahora es hacer bajar las cifras, pero pidió “ponerse en guardia para recibir malas noticias”, ya que “en los próximos días seguirán subiendo”.
Aplicado ya en varias provincias del sur del país, Bélgica impondrá a nivel nacional un toque de queda desde la medianoche hasta las cinco de la mañana, una restricción menos dura que la planteada por Francia en la región de París y otras ocho áreas metropolitanas del país, de nueve de la noche a seis de la mañana.
En Bélgica, la medida empezará aplicarse en la madrugada del lunes próximo.
Los bares, que hasta ahora debían cerrar a las 23 horas, se verán obligados a cerrar durante un mes, igual que las cafeterías y restaurantes, en los que hasta ahora se permitían mesas de máximo cuatro personas. Además, se prohíbe la venta de alcohol a partir de las 20 horas.
El cierre de la restauración se evaluará dentro de dos semanas y podría revisarse, y se preparará un plan de compensaciones para el sector.
Los contactos estrechos fuera del hogar pasan a limitarse a una única persona, frente a tres hasta ahora y cinco el mes pasado. Y de estar muy recomendado, el teletrabajo pasa a ser obligatorio en los sectores en los que sea posible.
En el caso de los empleos que no lo permitan, se deberá hacer lo necesario para que las personas trabajen “con la máxima seguridad posible”.
Bélgica registra una incidencia acumulada de 550 casos sobre 100.000 personas en los últimos 14 días, con una media de contagios de 5.976 casos diarios en la última semana, lo que supone un aumento del 96 %, y de 193 ingresos hospitalarios, un alza del 101 %.
Con información de EFE y AFP.