Sophie Pétronin, de 75 años, estuvo secuestrada durante cuatro años en Mali, donde realizaba labores humanitarias. Fue la última rehén francesa en el mundo, hasta este viernes 9 de octubre que arribó a París y fue recibida por altas autoridades, incluido el presidente Emmanuel Macron.
En un avión Falcon 900 blanco de los servicios secretos franceses, Pétronin volvió a su país, luego de permanecer cautiva de un grupo de yihadistas durante 1.384 días, reportaron agencias europeas. “Aguanté, recé mucho porque tenía mucho tiempo”, dijo antes de llegar a Francia.
“Transformé el cautiverio (...) en un retiro espiritual, si se puede decir eso”, aseguró Pétronin, quien cambió su nombre a Mariam tras su conversión al islam, antes de que fuese secuestrada el 24 de diciembre del 2016 en la ciudad de Gao, donde dirigía una organización dedicada a huérfanos.
En presencia de Macron, Sophie Pétronin se reencontró con parte de su familia. Foto: EFE
Se trata de la Asociación de Ayuda a Gao, con la cual estuvo comprometida con los jóvenes en el país africano. Habla dialecto local, tras 25 años en Mali y ya anticipó que su deseo es continuar sus labores.
Pétronin fue liberada junto con dos italianos y el político maliense Soumaila Cissé. “Los franceses se alegran conmigo de verla por fin aquí, querida Sophie Pétronin. Bienvenida a casa”, escribió Macron en su cuenta de Twitter.
La anciana permanecía privada de libertad a la fuerza a manos de GSIM, una alianza de yihadistas. Con esto el Gobierno sostiene que no hay ninguna persona de nacionalidad francesa secuestrada en el planeta.
“Voy a rezar por Mali, pedir la bendición y misericordia de Alá, porque soy musulmana. Ustedes me llaman Sophie, pero frente a ustedes tienen a Mariam”, expresó tras su liberación el jueves 8 de octubre.
Aunque sufrió cáncer durante su cautiverio, insiste en volver a trabajar a Mali, aunque su hijo Sebastien —quien durante años presionó al Ejecutivo francés para procurar la liberación de su progenitora— tratará de persuadirla.