Un nuevo incendio suscitado la madrugada de este domingo 27 de septiembre —y que gana terreno a gran velocidad— obligó que miles de personas, entre los que se encuentran pacientes de un hospital, sean desalojadas de la zona vinícola de Napa, en California (Estados Unidos), que está viviendo la peor temporada de fuegos de su historia.
El incendio bautizado como Glass por los servicios de emergencias se inició por razones que aún se encuentran bajo investigación en plena ola de calor, una de las muchas que está viviendo California este año. Hasta el momento, el siniestro ya ha calcinado 485 hectáreas en poco más de 12 horas.
Las autoridades locales han ordenado la evacuación de unas 2.000 personas de la zona del entorno de St. Helena, entre ellos los 55 pacientes del hospital Adventist Health St. Helena, un centro hospitalario que tiene que ser abandonado por segunda vez este año debido a la amenaza del fuego.
Según indicaron desde el establecimiento de salud en un comunicado, la evacuación se produjo de forma rápida y sin dificultades. En ese sentido, señalaron que los pacientes más graves abandonaron las instalaciones en helicóptero y los menos graves salieron en ambulancia.
Desde el hospital también informaron que la evacuación se hizo “como una medida de extrema precaución” y que, por el momento, no se teme que el edificio vaya a verse afectado por las llamas.
Además del intenso calor y la extrema sequedad del terreno, las llamas están siendo atizadas por los fuertes vientos que soplan este fin de semana. La zona en que quema el incendio tiene una baja densidad de población, cuenta con la mayoría de edificios aislados y están rodeados de vegetación y de numerosos viñedos, una industria que constituye el motor económico de la región de Estados Unidos.
California está viviendo en 2020 una temporada de incendios extrema y precipitada (en años anteriores, las peores fechas eran octubre y noviembre, y se teme que este año se repita el patrón), en la que ya han registrado cinco de los diez mayores fuegos de toda su historia.
La primera gran oleada de incendios ocurrió el fin de semana del 15 de agosto tras una tormenta eléctrica nada habitual en el estado en la que cayeron decenas de miles de rayos y que iniciaron múltiples siniestros, algunos de los cuales todavía siguen activos después de casi un mes y medio.