Estudio genético sugiere que el coronavirus muta y se vuelve más contagioso en EE. UU.
Investigación preliminar analizó más de 5.000 secuencias del SARS-CoV2 y halló una cepa que mostró ser más transmisible. Algunos científicos cuestionan los resultados.
Un estudio masivo genético realizado por científicos en Estados Unidos reveló que el coronavirus SARS-CoV-2 continúa mutando y que, probablemente, este proceso lo ayude a ser más transmisible. Sin embargo, el informe, aún preliminar, señala que dichas mutaciones no se relacionan con una mayor letalidad. Además, todos los virus pasan por estos cambios y en su mayoría son insignificantes.
El autor del estudio, James Musser, del Hospital Metodista de Houston, explicó a The Washington Post que se identificó una mutación llamada D614G, que fue la responsable de casi todas las infecciones por COVID-19 en Houston. El investigador cree que esto demuestra que la cepa es más contagiosa que la original.
Los científicos analizaron más de 5.000 secuencias genéticas del coronavirus recolectadas entre marzo y julio en Houston. Se clasificó la propagación en dos oleadas: la primera que afectó a personas mayores y a individuos con mayor poder adquisitivo, y una segunda que alcanzó a gente más joven y barrios de menores ingresos.
Las personas afectadas por la variante tenían mayor carga viral en la parte superior de las vías respiratorias, lo que puede considerarse un factor potencial para que la cepa se propague de forma más efectiva.
Asimismo, a medida que la propagación aumentaba, se detectó una serie de mutaciones. Muchas de estas evidenciaban cambios en la proteína 'S' del SARS-CoV-2 (que le permite ingresar a las células humanas). Una de las mutaciones cambió el aminoácido 614 de "D" (ácido aspártico) a "G" (glicina).
En el grupo de la primera ola, el 82% de las personas tenía la mutación D614G, mientras que las muestras de la segunda ola arrojaron una cifra del 99,9%. Musser indicó que esto revela la prevalencia de la variante y su dominio en el brote.
Variante común
Para otros investigadores, el nuevo estudio liderado por Musser no tiene más relevancia que algo que ya se conocía sobre la mutación D614G: que es la variante más común que existe. Consultada por la Business Insider, Emma Hodcroft, genetista del proyecto Nextstrain, afirma que lo descrito por su colega no significa que el coronavirus esté mutando efectivamente.
Según la experta, la cepa D614G está ampliamente extendida en regiones de Europa y América. Sin embargo, no le atribuye esto a su capacidad de mutación, como lo hace Musser, sino a la suerte.
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Hodcroft considera que los países de estos continentes no promulgaron bloqueos tempranamente cuando aparecieron los primeros casos de esta versión, cuyos datos registran desde enero, afirma.
“Una cosa importante a tener en cuenta es que la mutación G surgió en enero de 2020, tan temprano en la pandemia. Se convirtió en la cepa que la mayoría de la gente contrae (...). Hemos estado lidiando con esta cepa todo el tiempo", precisa.
La científica agrega que el coronavirus realiza mutaciones de manera lenta y que las identificadas hasta el momento son totalmente inofensivas.