El Departamento de Defensa y las agencias de salud federales de Estados Unidos revelaron su plan gratuito de vacunación para todos sus ciudadanos en un informe dirigido al Congreso junto a un “manual de estrategias” para Gobiernos estatales y locales.
Según informes de The Associated Press y Fox News publicados este miércoles 16 de septiembre, las agencias prevén que en enero se dé inicio a una posible campaña de vacunación.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios de salud pública estatales y locales para garantizar que los estadounidenses puedan recibir la vacuna lo antes posible (y hacerlo) con confianza”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, en un comunicado.
Las vacunas comenzarían a aplicarse gradualmente entre algunos segmentos de la población, como los trabajadores de la salud, otros trabajadores esenciales y los más vulnerables, antes distribuirse al público en general.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la campaña de vacunación será “mucho más grande en alcance y complejidad que la influenza estacional u otras respuestas de vacunación relacionadas con brotes anteriores”.
Varias vacunas candidatas que actualmente están en fase de prueba podrían terminar siendo aprobadas, recoge Fox. La mayoría de ciudadanos necesitaría dos dosis con un intervalo de 21 a 28 días.
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El manual alienta a los proveedores a que recuerden a los pacientes recibir su segunda dosis, la misma que debe ser del mismo fabricante que la primera. Este anuncio ocurre un día después de que el presidente Donald Trump afirmara que EE. UU. podría aprobar una vacuna contra el coronavirus “en cuestión de semanas”.
“No lo estoy haciendo por razones políticas, quiero la vacuna rápido ―dijo Trump en referencia a llamada Operación Warp Speed—. Aceleré el proceso con la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos). Vamos a tener una vacuna en cuestión de semanas, podrían ser cuatro semanas, podrían ser ocho semanas... tenemos muchas compañías excelentes”.
En la víspera, varios demócratas pusieron en duda la seguridad de una posible vacuna debido al proceso acelerado. Por ejemplo, el candidato demócrata Joe Biden y su candidata a la vicepresidencia, la senadora demócrata Kamala Harris, expresaron su preocupación por la posible presión política.