Una mujer fue detenida en la playa de la Zurriola, en San Sebastián, España, por practicar surf cuando debía estar aislada en su domicilio, ya que había dado positivo en un test de coronavirus.
Según informó el Departamento vasco de Seguridad a Europa Press, las autoridades policiales recibieron un aviso sobre la presencia de la joven, que tenía la COVID-19, en la playa.
Al lugar llegaron agentes de la Ertzaintza (policía autonómica del País Vasco), dos de los cuales portaban trajes de equipo de protección individual para evitar cualquier riesgo de contagio durante el arresto. Según la normativa vigente, la joven debía estar en cuarentena en su domicilio.
Tras el aviso, se activó el protocolo establecido para estos casos. Sin embargo, pese a que los agentes y los socorristas de la playa indicaron a la joven que saliera del agua en reiteradas ocasiones, la surfista hizo caso omiso y continuó dentro del mar.
Finalmente, tras varios minutos, la mujer decidió salir del agua. Los agentes trataron de dialogar, pero la surfista mantuvo una actitud desafiante, por lo que los uniformados procedieron a esposarla y llevarla detenida por un delito de desobediencia grave a la autoridad.
Propagar una enfermedad peligrosa, a sabiendas de que se es portador y se trata de un mal contagioso, es penado hasta con 10 años de cárcel. Así lo anunció la Corte Superior de Justicia de Lima Norte (CSJLM).
“El que, a sabiendas, propaga una enfermedad peligrosa o contagiosa para la salud de las personas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de 10 años. Si resultan lesiones graves o muerte, la pena será no menor de 10 ni mayor de 20”, se lee en el comunicado en Twitter.