Un niño de 10 años, residente de la localidad de Windermere, en el estado de Florida (Estados Unidos), logró salvarse de ser asesinado tras ocultarse en un baño y marcar al 911; mientras que un delincuente estaba atacando con un bate de béisbol a su abuelo y su tío.
Según reveló la cadena televisiva WKMG-TV, el trágico incidente se registró durante la noche del jueves 30 de julio, cuando Ezekiel Emanuel Hopkins intentó robar el auto de la familia, estacionado en los exteriores del inmueble, y los abuelos del pequeño, Jhon y Lisa Savey, ambos de 61 años, trataron de detener al sospechoso.
De acuerdo a los reportes de la Policía, el delincuente asesinó con el bate al anciano fuera de la propiedad, después ingresó y atacó a su pareja, Lisa —quien terminó con heridas graves— y también mató a su hijo, identificado como James Savey, de 30 años.
En medio de la agresión, el menor —que salió ileso del ataque— se encontraba escondido en uno de los baños del establecimiento y un operador del 911 lo mantenía al teléfono.
Al arribar a la escena del crimen, los efectivos hallaron a Hopkins en otro tocador de la vivienda, sin reaccionar, porque aparentemente tomó algo de cloro después del ataque.
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Posteriormente, el ladrón fue trasladado a un centro de salud y enfrenta dos cargos de asesinato, y otro de agresión agravada.
“Las palabras realmente no pueden describir lo que queremos decir a esta familia, nuestros corazones y nuestras oraciones ciertamente están con ellos”, dijo el oficial David Ogden al medio local.
“Simplemente increíble este valiente joven y el despachador hicieron un trabajo fenomenal”, añadió.