Después de que fragmentos del coronavirus SARS-CoV-2 fueran hallados en heces, se estudia la posible transmisión fecal-oral del COVID-19, declaró en una rueda de prensa la responsable técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la gestión de la pandemia, Maria Van Kerkhove.
“Se realizan estudios de muestras de heces de los pacientes infectados, en muchas de ellas se hallaron fragmentos del ácido ribonucleico (ARN) del virus, no el propio virus sino fragmentos de su material genético; se estudia la posible transmisión fecal-oral de la enfermedad”, dijo Van Kerkhove.
No obstante, subrayó que el hallazgo de ARN en excrementos no significa que sean contagiosos y la enfermedad pueda transmitirse por esa vía.
La noticia que llevó a la OMS a investigar sobre esta posibilidad ocurrió en mayo, cuando un grupo de científicos chinos de varias universidades hallaron muestras vivas de coronavirus en heces de doce pacientes. Una situación que recordó lo que sucedió en 2003 con el SARS, tras la inhalación de partículas del virus procedentes de heces infectadas.
El estudio partió del caso de un hombre de 78 años que fue hospitalizado en enero en China, con todos los síntomas de la enfermedad. Falleció después de un mes y se confirmó la presencia de COVID-19 en su cuerpo. Durante su internamiento se tomaron varias muestras de sus heces y los especialistas notaron que todas contenían unas partículas esféricas que presentaban una superficie cubierta de púas de proteína, lo que permitió concluir que se trataba del ARN de coronavirus. No fue el único caso.
La OMS calificó a la COVID-19 como pandemia el 11 de marzo. A lo largo del mundo se han detectado más de 13.888 millones de casos de infección y más de 592.500 decesos, según la Universidad Johns Hopkins.
Con información de Sputnik News.