España retomó los confinamientos en dos comarcas en las regiones de Cataluña y Galicia, informaron las autoridades. La medida, que afecta a 300.000 habitantes, se asume debido a los rebrotes de coronavirus registrados la última semana.
El Gobierno español anunció sobre cerca de 60 rebrotes en total, pero estas dos regiones registraron los dos más serios. Además de estas zonas, otras cuatro comarcas de Aragón continúan en la fase 2 de la salida del confinamiento, informa EFE.
En Galicia, el número de casos activos subió de 99 a 119 entre el 5 y el 6 de julio. El confinamiento será de cinco días, aunque podría prolongarse si la situación no mejora. La región tiene previsto celebrar elecciones el siguiente 12, por lo que la cuarentena podría afectar los comicios si se alarga.
No obstante, el presidente del Gobierno regional gallego y aspirante a la reelección, Alberto Núñez Feijoo, insistió en que, a pesar del rebrote, ir a votar será “tan seguro como ir a una farmacia”.
Otra región española, el País Vasco, celebrará también elecciones ese mismo día. Las autoridades sanitarias regionales luchan para contener un pequeño brote en la localidad de Ordizia, que hasta ahora ha afectado a siete personas.
Por su parte, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, enfatizó en la importancia de “aislarse” cuando se presenten los primeros síntomas. De lo contrario, agregó, se tendrá que adoptar “medidas drásticas” como “confinamientos, cierres cautelares y medidas de restricción que no son del interés de nadie” para controlar los rebrotes.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Sanidad, la población española aún no ha alcanzado la inmunidad de grupo frente al coronavirus. Las autoridades lo confirmaron este 6 de julio en una rueda de prensa dedicada a divulgar los resultados de la tercera y última fase del estudio de seroprevalencia en el país.
Según esto, solo un 5,2 % de los españoles se contagió del coronavirus, cifra similar a la de las dos fases anteriores. Todos estos datos apuntan a que “estamos muy lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño” y que sería “muy poco ético” exponer a la población al virus para conseguirla, afirmó Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología.