Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos (EE. UU.) apuran la producción de vacunas contra la influenza para evitar una calamidad en su sistema de salud, ante una posible segunda oleada de coronavirus.
El director del CDC, Robert Redfield, testificó este jueves 4 de junio ante el Congreso de EE. UU. para advertir que las protestas desatadas tras la muerte de George Floyd en custodia policial, podría aumentar la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
Ante un comité del Congreso sostuvo que los CDC trabajan con los fabricantes de medicamentos para maximizar la disponibilidad de vacunas contra la influenza, entre ellas grandes compañías internacionales, refirió la agencia británica Reuters.
Las cadenas de farmacias estadounidenses han estado preparando un gran impulso para las vacunas contra la gripe en octubre, con la esperanza de prevenir decenas de miles de casos graves que podrían inundar los hospitales junto con nuevos casos de COVID-19.
La meta del ente norteamericano también está en coordinación con los proveedores de atención médica "para desarrollar planes de contingencia para que las personas puedan vacunarse en un ambiente seguro".
De acuerdo a Worldometers, sitio web de referencia en estadísticas en tiempo real, el país más golpeado por la pandemia (EE. UU.) tiene casi dos millones de contagiados, exactamente 1 923 049, mientras que suma 110.144 víctimas mortales.
Estados Unidos es uno de los países que está en la carrera para dar con la vacuna del nuevo coronavirus.