El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, anunció este lunes 1 de junio la movilización de “miles y miles de soldados fuertemente armados” y de agentes de la ley para detener los disturbios y los saqueos tras la muerte de George Floyd.
En una conferencia de prensa desde la Casa Blanca consideró una "desgracia" los actos que se vieron en la víspera en la capital, Washington DC, por lo cual decidió desplegar a una gran cantidad de militares para garantizar la seguridad.
“Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley”, dijo el mandatario.
Al hacer un breve resumen sobre los actos vandálicos ocurridos en EE. UU., Trump sostuvo que no se trata de “protestas pacíficas”, sino de "terrorismo doméstico.
“Estados Unidos necesita creación, no destrucción, seguridad, no anarquía”, añadió.
Recomendó a los gobernadores “desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles”, en una breve alocución que duró menos de ocho minutos.
Las manifestaciones se han multiplicado en Estados Unidos. Infografía: AFP
“Alcaldes y gobernadores deben establecer la presencia abrumadora de las fuerzas del orden hasta que la violencia sea sofocada”, llamó Trump, al tiempo que cargó otra vez contra el movimiento de izquierda Antifa al acusarlos de promover protestas violentas.
Luego de estas declaraciones el jefe de Estado invocó la Ley de Insurrección de 1807, una normativa federal que le autoriza a desplegar tropas en el país para reprimir el desorden civil, la insurrección y la rebelión.
“El país siempre gana”, había enfatizado desde la Casa Blanca.