Debido a los recientes disturbios por el asesinato de George Floyd, que iniciaron en Minneapolis, Minnesota, y que luego se extendieron a otras ciudades, las autoridades de Estados Unidos decretaron el toque de queda para garantizar la seguridad.
Al respecto Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles, estado de California, indicó: “Para aumentar la seguridad de los manifestantes, de las fuerzas de seguridad y de todos los ciudadanos vamos a establecer un toque de queda desde las 20.00 hasta las 05.00 horas”.
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En otra publicación, Garcetti aseguró que busca “proteger la libertad de expresión” y su derecho a vivir “sin miedo a la violencia o al vandalismo”.
Keisha Lance Bottoms, alcaldesa de Atlanta, anunció el toque de queda desde las 21:00 horas de este sábado hasta el domingo, acusando “los recientes actos de violencia que se han podido ver en la ciudad”.
En Filadelfia, el alcalde Jim Kenney estableció toque de queda desde las 20:00 horas del sábado hasta las 06:00 horas del domingo. Según indicó a CNN, “Solo se permitirá la salida de personas con trabajos esenciales”.
John Cranley, alcalde de Cincinnati, Ohio, ha anunciado que adoptará la medida en el mismo horario que en Filadelfia.
Por el lado de Cleveland, las protestas ya habían iniciado cuando se decretó el toque de queda, por lo que las autoridades dispusieron que se dispersen a quienes estaban arrojando objetos. Finalmente la protesta tuvo que seR cancelada.
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Hasta el momento, son 13 las ciudades de Estados Unidos que decretaron toque de queda. Entre los que se cuentan:
• Minneapolis (Minessota)
• Los Ángeles (California)
• Atlanta (Georgia)
• Denver (Colorado)
• Filadelfia (Pensilvania)
• Pittsburgh (Pensilvania)
• Seattle (Washington)
• Cleveland (Ohio)
• Columbus (Ohio)
• Portland (Oregon)
• Miami (Florida)
• Milwaukee (Wisconsin)
• Rochester (Nueva York)
Las protestas en Estados Unidos explotaron luego de que se difundiera un video en el que un agente de policía abusara de un detenido, lo cual, aparentemente, habría conducido a la muerte de este último.
“No puedo respirar”, se escucha repetir más de diez veces a Floyd, un hombre de raza negra que minutos antes había sido detenido por un agente de la Policía de Minnesota, quien colocó su rodilla sobre su cuello, asfixiándolo.