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Muere Prahlad Jani, el monje indio que aseguraba llevar 80 años sin comer ni beber

El “yogui”, que dejó perplejos a los científicos, decía que fue bendecido por una diosa y desde entonces sobrevivió sin alimento ni agua.

larepublica.pe
Prahlad Jani, un yogui de 90 años venerado por su intento de alcanzar la perfección espiritual.

El famoso monje indio que afirmaba no haber comido ni bebido en 80 años, el cual dio lugar a estudios médicos y dejó confundidos a los científicos, murió este martes 26 de mayo en su casa, ubicado en el pueblito de Charada (India), anunció su vecino a la AFP.

Prahlad Jani, un yogui de 90 años venerado por su intento de alcanzar la perfección espiritual, “murió de vejez”, aseguró su vecino, Sheetal Chaudhary luego de afirmar por más de 70 años que había sido bendecido por una diosa cuando tenía 11 años.

Desde entonces, según él, no necesitaba comida ni agua para sobrevivir y se alimentaba solo de la energía del sol. Siempre llevaba una larga barba y un pendiente en la nariz; además, solía usar su saari rojo (chunri) todo el tiempo y vestirse como mujer, por lo que era conocido como Chunriwala Mataji.

“Recibo el elixir de la vida a través del agujero en mi arco palatino, y eso me permite vivir sin comida ni agua”, comentó a la agencia AFP en 2003.

Prahlad Jani, el monje que afirmaba haber sido bendecido por una diosa cuando tenía 11 años.

El devoto de la diosa Amba “fue trasladado a Charada unos días después de que expresó su voluntad de pasar un tiempo en su lugar natal. Respiró por última vez hoy por la mañana. Su cuerpo permanecerá en su Ashram durante dos días para que sus devotos puedan rendir homenaje”, indicaron sus discípulos.

Mataji resultó ser todo un misterio

En 2010, un grupo de científicos y médicos asociados con el Instituto de Defensa de Fisiología y Ciencias de la India, realizaron un estudio observacional de 15 días sobre Mataji.

Científicos quedaron perplejos con los resultados tras ser monitoreado por 15 días en 2010.

Fue constantemente monitoreado por cámaras, el yogui resistió sin beber agua ni comer nada, pero también sin orinar y defecar, durante dos semanas, lo que dejó sorprendidos a todos los expertos que tenían la tarea de monitorearlo.

“El hombre tiene alguna forma extrema de adaptación al hambre y las restricciones. Es un fenómeno, un misterio”, dijeron.