Un hombre de 60 años que mató a su nieta recibió el beneficio de prisión domiciliaria en el marco de la pandemia COVID-19. La jueza tomó la decisión antes de que se establezca la cuarentena en Argentina, por lo que el homicida estuvo más de un mes en la casa de una de sus hijas sin que el resto de la familia conozca la situación.
Cuando se difundió la noticia, el alcalde de San Antonio Oeste, Adrían Casadei, presentó una denuncia contra la jueza, Sandra Ragusa ante el Consejo de la Magistratura. Asimismo, los vecinos reunieron firmas para botarlo de la zona y volcar su indignación sobre la excarcelación en las redes sociales.
La abrupta reacción de la población ocasionó que la Justicia argentina coloque un custodio policial para evitar un linchamiento a Pedro Andrés Gatica. Tras ser amenazado de muerte a través de mensajes y sufrir acoso en las redes, el homicida pidió a su abogado que le permitan regresar a la cárcel.
La jueza dictaminó la revocatoria del beneficio de prisión domiciliaria por el coronavirus y aseguró el retorno del hombre al penal.
Pedro Andrés Gatica fue condenado a cadena perpetua el 16 de noviembre de 2009, tras ser hallado culpable del asesinato a su nieta, Alma Mariana Aburto Gatica, de apenas 5 años de edad.
El terrible desenlace se produjo luego que la pareja de Gatica, Mirta Haydeé Tarifeño le informara que quería terminar la relación sentimental de hace décadas. Él le respondió “me voy a llevar lo que más quiero”, mató a su nieta de un balazo e intentó suicidarse.
La pequeña tenía 5 años cuando su abuelo le quitó la vida.
Angélica Noelia Gatica, hija del asesino y madre de la víctima, se comunicó con todas las autoridades para exigir que su padre regrese a la cárcel.
“En ningún momento desde la Justicia se comunicaron con nosotros, nadie nos avisó que lo iban a beneficiar con prisión domiciliaria. No se tiene en cuenta a las víctimas”. Es una locura lo que han hecho. Este hombre le puede hacer daño a cualquiera. Es una persona que tiene más de 60 años… que tiene que perder?, nada…”, señaló la mujer llorando.
Pedro Andrés Gatica fue condenado a cadena perpetua el 16 de noviembre de 2009, pero salió libre por la COVID-19.
Según Angélica, se enteró del beneficio otorgado a su padre a través de una publicación en la que aparecía una lista de presos liberados por la pandemia de la COVID-19. “Fue un golpe duro para mí. Que el asesino de mi hija goce de prisión domiciliaria, genera bronca, impotencia e indignación”, sostuvo al medio Río Negro.