En Suecia, las autoridades de Lund cubrieron las áreas verdes del parque central de la ciudad con excremento de gallina para impedir congregación de personas durante la fiesta de la noche de Walpurgis, que se festejó este jueves 30 de abril, con el fin de mitigar la propagación del coronavirus, según reveló Reuters.
La festividad, que señala el inicio de los días con más calurosos, se celebra típicamente en los parques con fogatas, degustación de alimentos y fiestas en toda la nación.
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Por su parte, el alcalde de la localidad, Philip Sandberg, indicó que alrededor de 30.000 personas suelen asistir al lugar todos los años, pero “ahora con la COVID-19 eso es impensable”.
“No queremos que Lund se convierta en un epicentro para la propagación de la enfermedad”, advirtió el funcionario.
El sitio es una ciudad poblada por universitarios, y aunque un gran número de sus residentes acatan las medidas preventivas decretadas por el Gobierno, los efectivos policiales del municipio sospechan que algún grupo de jóvenes salga para divertirse.
“Incluso un número pequeño de personas que vayan al parque podría volverse un gran riesgo”, manifestó Sandberg. Y agregó que desanimar comidas al aire libre con un olor pestilente a estiércol será muy favorable por dispersar abono en los jardines del parque.
Cabe mencionar que las disposiciones que ordenó Suecia contra el avance del coronavirus no son tan rigurosas como en otros países y, de acuerdo a su precepto, los dirigentes no suspendieron los actividades festivas, aunque si exigieron que los habitantes no participen de reuniones colectivas para la noche de Walpurgis.