Becky Ames, la alcaldesa de Beaumont, Texas (Estados Unidos), acudió a un manicurista pese a la cuarentena que ella misma dictó a sus conciudadanos como medida de prevención ante el coronavirus. La autoridad edil tuvo que disculparse por el incidente.
Imágenes difundidas en Instagram mostraron a la alcaldesa en las instalaciones del salón The Nail Bar, remojando sus manos en un recipiente con agua. De acuerdo con la funcionaria, el hecho ocurrió el pasado martes y ella intentaba remover un set de uñas postizas viejo que llevaba puesto.
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El fiscal del condado de Jefferson inició una investigación de los hechos tras la aparición de las fotografías.
A través de un comunicado, la alcaldesa ofreció las disculpas del caso por lo que ella llamó una “falta de juicio”. “Nunca debí entrar al salón el pasado martes. No era mi intención tomarme un privilegio personal mientras pedía sacrificio a otros y estoy verdaderamente arrepentida por ello”, expresó.
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Según la propia Becky Ames relató al canal KDFM de Estados Unidos, ella esperaba recoger una solución que le iban a dejar en la puerta, pero la dueña la hizo pasar para enseñarle a remover sus uñas. De acuerdo con la alcaldesa, ambas llevaban mascarilla y estaban a más de metro y medio de distancia.
Como medida de prevención ante el coronavirus, la autoridad edil dictó la cuarentena para sus conciudadanos y el cierre de negocios no esenciales desde el 27 de marzo, una semana antes de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, hiciera lo propio.
Estados Unidos ha superado los 965.000 contagios por el nuevo coronavirus. Otra “falta de juicio” comentada en dicho país fue la de la esposa de un alcalde que asistió a un bar pese a que su esposo ordenó a la Policía acabar con las reuniones.