Un hombre de Estados Unidos recibió una llamada de la casa de retiro en la que se encontraba su padre, comunicándole que este, quien había contraído el nuevo coronavirus, estaba recuperándose asombrosamente, cuando en realidad había fallecido. El malentendido habría surgido por una confusión con los nombres al momento de revisar el cuerpo.
Steve Mastropietro relató estar “atónito, pero feliz” tras oír de la supuesta mejora de su padre Tom, de 91 años, quien había sido diagnosticado con la COVID-19 el 9 de abril, tras experimentar fiebre y tos. El anciano estaba en un pabellón especial de la Casa de Veteranos de Nueva Jersey, en la localidad de Paramus, junto a otros pacientes de coronavirus.
Sin embargo, el cuerpo de Tom ya estaba en manos de una funeraria, donde uno de los trabajadores reparó en que el cadáver llevaba dos brazaletes con nombres distintos. Cuatro horas después de la primera llamada, Steve recibió la noticia de que su padre había muerto.
“Nos dieron esperanza y fue desinformación total. Fue devastador”, señaló el hombre al diario Usa Today de Estados Unidos.
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Aparentemente, todo fue una equivocación al momento de colocar las identificaciones a los residentes de la casa de retiro. El personal del centro habría confundido el cuerpo de Tom con el de otro paciente, que aún seguía con vida.
Tom, excombatiente de la Guerra de Corea, dejó tres hijos. “Sostuve la mano de mi madre cuando ella murió. Nunca tuve esa oportunidad con mi padre. Nunca pude decirle adiós”, manifestó Steve.
Estados Unidos ha superado los 755.000 contagios y las 40.000 muertes por el nuevo coronavirus. Una funeraria de dicho país colapsó debido al aumento de fallecidos por la COVID-19, teniendo que dejar varios cadáveres afuera.