Tony Herbert, alcalde de la ciudad de Warrnambool, en Australia, recibió una multa por no acatar el aislamiento obligatorio en medio de la pandemia de la COVID-19, después que fuera captado ingiriendo alcohol con otras dos personas en la avenida principal de la localidad.
El hecho sucedió durante la noche del pasado 7 abril, algunas horas después de que el edil publicara un video en las redes sociales del municipio, en el que pedía a los ciudadanos cumplir la orden de confinamiento para evitar el contagio de la enfermedad.
La fotografía ocasionó el inicio de una investigación policial que finalizó con la pena económica de 1.652 dólares australianos (1.050 dólares estadounidenses) por desobedecer las normas de las autoridades sanitarias del país, que restringen las reuniones de más de dos personas y tareas no necesarias.
Además, los agentes manifestaron que el vehículo de Herbert se encontraba estacionado en la calle de forma incorrecta y que está prohibido consumir bebidas alcohólicas en tal lugar. Sus acompañantes también fueron sancionados.
Por su parte, el alcalde narró a través de un comunicado que tuvo una reunión inesperada con el propietario de un local comercial mientras estaba verificando cómo les iba a los negocios en esa área.
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“Mientras discutía el estado de su negocio, un segundo dueño de negocio se acercó y se unió a la conversación”, indicó el gobernante, alegando que estos diálogos forman parte de sus funciones.
El dirigente se defendió al mencionar “que es importante para cualquier alcalde, donde sea razonable y seguro hacerlo, conocer de primera mano el estado de su ciudad”.
En un pronunciamiento oficial, el servidor público se disculpó por el acto irresponsable, explicando que había considerado equivocadamente que sus actividades para interactuar con los dueños de las empresas como parte de su trabajo de alcalde “estaban dentro de los límites de la ley”.