Tras ser diagnosticado con el coronavirus, Luca Singerman, viajó en un barco de Buquebus en Uruguay, para regresar a Buenos Aires, en Argentina, previas vacaciones por Europa, donde contrajo la enfermedad. Aun así abordó el transporte lleno de pasajeros.
El rugbier se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión por infringir el artículo 229 del código penal por “saber que estaba enfermo” y esparcir el COVID-19, sino que además la ciudad de Buenos Aires buscará que pague por el millonario operativo que debió afrontar el Estado por su irresponsabilidad.
La ciudad de Buenos Aires lo va a demandar por 700 mil dólares porque es el costo aproximado que se utilizó para desplegar un enorme operativo con ambulancias al puerto y el traslado de 400 personas a diferentes hoteles, según informó Telenoche.
Se desplegó un enorme operativo para poner a 400 personas en cuarentena. (Foto: Ministerio de Seguridad de la Nación en Argentina)
Sin embargo, aún se aguarda la respuesta de la fiscal federal, Alejandra Mangano, para saber si prospera la demanda contra el joven. Mientras tanto, Luca Singerman fue trasladado al sanatorio Agote, donde brindó una entrevista para el medio Olé, dando su versión de los hechos.
“Estábamos volviendo y me llega el mensaje que tenía coronavirus. Dijimos que había que ser respetuoso y avisarle al capitán. Nos podíamos haber hecho los boludos”, contó el protagonista.
PUEDES VER: Coronavirus: periodista afirma que “la desinformación de Donald Trump costará vidas” [VIDEO]
Lo cierto es que el joven fue imputado por la Justicia Federal este viernes 20 de marzo luego de haber viajado en un barco de Buquebus con síntomas de coronavirus. Antes de eso, el pasajero de 22 años escapó de un hospital de Colonia, Uruguay, al enterarse que se había contagiado con COVID-19 en sus vacaciones por Europa.
El joven era jugador de rugby del Club Ciudad de Buenos Aires y es hijo del economista Pablo Singerman, director del Departamento de Ciencias Sociales del CBC, UBA, además de ser profesor de Economía.
Singerman eliminó todos sus perfiles en redes, pero según su Linkedln –que ya no existe- es analista económico y trabaja en la firma de su padre.
Desde el centro de salud donde se mantiene con resguardo policial, el joven difundió por Twitter su descargo. “Nunca tuve síntomas de coronavirus como se dice, nos hicimos los test por prevención simplemente. Nunca estuvo en ningún hospital ni me escapé como dicen. El consulado nos recomendó y nos autorizó viajar”, explicó.
El joven dio su descargo a través de Twitter. (Foto: Captura)