El pasado lunes por la tarde, agentes de la Patrulla Fronteriza de la Estación Wellton en Arizona, Estados Unidos, capturaron a un hombre que iba a bordo de un autobús de la empresa Greyhound, tras realizar una inspección migratoria en el punto de revisión carretero de la Interestatal 8.
Todo acontecía con naturalidad, el sujeto cuyo nombre no fue revelado, entregó sus documentos a los efectivos policiales que lo identificaban como ciudadano estadounidense, pero un pequeño detalle puso al descubierto su engaño.
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Cuando las autoridades le hicieron varias preguntas para conocer su procedencia y hacía dónde se dirigía, el hombre no pudo responder debido que no hablaba inglés.
Esto puso en alerta a los miembros de seguridad fronteriza, que sometieron al impostor a varias pruebas dactilares dando como resultado que no era el ciudadano que figuraba en los registros de identificación.
Se conoció que el sujeto era un ciudadano mexicano de 32 años originario de Michoacán, quien en octubre del 2019 había sido deportado.
Tras ser descubierto, el inmigrante admitió que estaba en situación de ilegal en los Estados Unidos y los documentos de ciudadanía y partida de nacimiento que mostró los había comprado por 100 dólares en el mercado negro de México. Entre sus papeles se le halló también una tarjeta de residente robada.
El extranjero fue derivado al Departamento de Migraciones donde permanece detenido acusado de robo de identidad y será deportado a su país de origen.
El arresto se produjo después de que Greyhound anunció que ya no permitiría a la Patrulla Fronteriza abordar sus autobuses para los controles de inmigración a menos que tengan una orden judicial.