En una de las entradas de Valencia, se encuentra una amplia rotonda con un mirador de gran dimensión. Esta es la Torre Miramar, que costó 24 millones de euros y que solo estuvo abierto al público 3 meses. En total, la rotonda en la se encuentra costó 50 millones de euros. Hoy en día la obra general está en malas condiciones.
Este edificio el que se demuestra despilfarro del dinero público, no ha sido usado y mantenido debido a diferencias entre los gobiernos entrantes y salientes que han abandonado la construcción, por lo que hace once años se mantiene cerrada y el ascensor fuera de servicio.
La obra fue realizada por el Ministerio de Fomento, durante el gobierno de Zapatero y el equipo de Aznar, en el 2009. Se conoce que el Ayuntamiento de Valencia solicitó apoyo al equipo de Fomento para reaperturar el lugar, ya que sería un gasto de 3 millones para la gestión pública.
La Torre Miramar, que se encuentra entre la Avenida Cataluña con la carretera V-21, tiene un aforo de 160 personas y mide 45 metros de altura. La rotonda tiene un pasillo subterráneo, tres piscinas y tres fuentes. El torreón fue construido inicialmente con la misión de tener vista al mar, pero los que han estado en la cima comentan que la vista no es “la mejor”.
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Por esta construcción transitan a diario varios coches, a pesar de que esta millonaria rotonda e imponente mirador tenga las paredes llenas de grafitis, mala hierba y basura.
El Ayuntamiento de Valencia espera encontrar una pronta solución al tema, ya que serían 50 millones de euros en una bella obra completamente desperdiciada.