El hecho ocurrió en Bangladesh, cuando un anciano que asistió hace 48 años a un viaje de negocio se extravió. En ese momento tenía 30 años de edad. Pero, luego de mucho tiempo y gracias a un video viral de Facebook se pudo reencontrar con su familia.
Desde entonces, su esposa y sus hijos lo buscaron incesantemente, pero finalmente la mujer falleció. El viral de Facebook fue encontrado por la pareja de uno de sus nietos, quien lo reconoció pese a casi el medio siglo que pasó.
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Según informa AFP, Habibur Raham vivía en Sylhet, pero desapareció en 1972 cuando subió a un avión con destino a Chittagong.
Sus parientes lo han estado buscando sin éxito desde entonces. Fue en enero de 2020 que la esposa de uno de sus nietos, instalado en Estados Unidos, lo reconoció en un video de Facebook.
Habibur Rahman
Ella sabía de Habibur mediante fotografías, ya que su familia jamás lo olvidó y se encargó de que su imagen perdurara en sus generaciones.
“Nos alertó e inmediatamente nos dirigimos al hospital donde encontramos a mi abuelo con vida”, señaló Kefayat Hussain, uno de los trece nietos del desaparecido.
El joven, de 20 años, indicó que Habibur Rahman confirmó el nombre de su esposa, fallecida en 2000 sin haberlo encontrado, y los de otros miembros de su familia.
El anciano vivía en los santuarios sufíes del distrito de Mulvibazar, al sur de Sylhet. Una mujer identificada como Rajiya Begum se encargaba de cuidarlo.
Según su versión, ella lo encontró desorientado en un santuario, en 1995, y decidió acogerlo junto a su familia.
"Dijo que él solía vivir una vida nómada. Se ha quedado con nosotros desde entonces. Lo respetamos y lo llamamos compañero”, dijo.
A principios de enero, el hombre fue internado en el hospital de Sylhet debido a una fractura en el brazo. Pero no tenía medios para costear su operación, así que realizaron un video en Facebook para conseguir fondos.
Las imágenes fueron compartidas y vistas por lo menos un millón de veces. Fue así como llegó a manos de la esposa de su nieto.
“Al principio no nos reconoció, pero en cuanto vio a los primos mayores de mi padre, enseguida se dio cuenta de que éramos nosotros. Entonces, comenzó a llorar como un bebé”, narró Kefayat.
Su tercer hijo, Jalal Uddin, quien apenas tenía un año y medio cuando su padre desapareció se mostró también muy conmocionado.
“Mi corazón sangró durante 48 largos años puesto que apenas recordaba su rostro”, afirmó.