Un perro víctima del maltrato animal sobrevivió gracias a los esfuerzos de miembros de la Sociedad para la Protección de la Crueldad contra los Animales de Sudáfrica para curar las heridas que le dejó la detonación de un pirotécnico en su oreja.
Según información de la entidad protectora, un grupo de niños de aproximadamente 10 años hicieron explotar fuegos artificiales en la oreja del animal llamado Brody causándole un agujero en el cráneo.
El can logró sobrevivir, pero huyó aullando de intenso dolor tras la detonación. Una señora que presenció el cruel ataque persiguió a los menores y llamó a los inspectores de los animales para que inicien la búsqueda del can.
Luego de tres días, Brody fue hallado escondido en el bosque, pero tenía lesiones profundas y al no tener una atención inmediata, la herida se había infectado. Además, el perro estaba hambriento y con un intenso dolor.
Tebogo Maswanganye, inspector del SPCA, se hizo responsable del cuidado del animal y tras imágenes difundidas en las redes sociales para apoyo de Brady se logró recaudar cerca de 600 euros (más de 650 dólares) con los cuales se pudo cubrir el costo de las medicinas y la atención veterinaria.
Colleen Gilfillan, veterinaria de la Clínica de Animales Fichardt Park, atendió a la mascota que presentaba terribles daños a la altura de la oreja producto de la explosión de cohetes.
Maswanganye de 35 años dijo que no logra comprender cómo niños tan pequeños puedan ser tan crueles y cometer actos barbáricos con animales indefensos.
El indefenso perro se encuentra recuperándose y luego de la publicación de su triste historia ha recibido muchas ofertas para un nuevo hogar. Una familia local ha logrado cumplir con todos los requisitos para adoptar a la mascota.
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“Brody tuvo un comienzo muy difícil en la vida, pero esta es una historia que tiene un final muy feliz. Ahora tiene un hogar para siempre y será amado y feliz por el resto de su vida”, indicó Tebogo.