Una vez más, la NASA se ha convertido en el blanco de las críticas de Elon Musk, fundador de la compañía Space X, una de las principales socias de la agencia espacial de estadounidense.
El último jueves, a través de su cuenta de Twitter, el magnate sudafricano se refirió la falta de elementos reutilizables del cohete superpesado SLS, con el que la NASA espera llevar humanos a la Luna y a Marte mediante el Programa Artemis.
Un usuario le había comentado sobre el posible uso que el SLS haría de “combustible de hidrógeno líquido densificado”, a lo que Elon Musk respondió: “¡El problema fundamental con el SLS es que no es reutilizable, lo que significa que se usa un cohete de 1000 millones de dólares en cada lanzamiento! Es una tragedia al 100 %”.
El comentario de Musk está respaldado por un hecho innegable: el masivo cohete Falcon Heavy, de su compañía Space X, sí tiene propulsores reutilizables (dos laterales y uno central), los cuáles regresarán a plataformas en la Tierra tras completar su tarea.
El primer lanzamiento del cohete SLS está previsto para este año. Esta operación será parte de los ensayos para el regreso del hombre a la Luna. Con el programa Artemis, la NASA tiene como objetivo establecer una colonia humana tanto en la superficie como en la órbita lunar.
Además de sus cuatro potentes motores RS-25, el cohete cuenta con la cápsula Orion, con capacidad para cuatro personas, así como una estación espacial denominada Gateway.
El SLS, que será más alto que un edificio de 30 pisos, está siendo construido para la NASA por la compañía Boeing.