Una adolescente de Australia sufre una rara condición que le provoca un dolor intenso, descrito como “similar al fuego”, al más mínimo contacto incluso del viento o de una gota de agua.
Moana Ruhfass practicaba atletismo de niña cuando sufrió un esguince de tobillo, cuyo dolor empeoró y se propagó a su pierna, cadera y hombro.
La muchacha comenzó a experimentar dolores insoportables, que a los 11 años descubrió por un doctor que se trataba del Síndrome de Dolor Regional Complejo, una anomalía neurológica del sistema nervioso central que causa sensaciones parecidas a quemaduras, puñaladas, disparos y punzadas.
“Puede llegar al punto en el que ni siquiera puedo soportar el viento en mi piel o moverme”, señala Moana, ahora con 16 años. “En ocasiones ni siquiera puedo meter mi pie en la ducha porque aún una gota de agua me haría gritar”, señaló al diario Daily Mail.
El dolor producido por esta condición es descrito por la escala McGill como peor que el de un parto. El síndrome también es conocido como “la enfermedad suicida”, pues el 40% de quienes lo sufren llegan al punto de quitarse la vida.
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La adolescente también sufre de convulsiones que pueden durar hasta tres horas y media, y su dolor la obliga en ocasiones a tomar somníferos para dormir. Ella señala que hay días en los que no puede soportar siquiera ser tocada y en que el peso de una frazada le causa dolor, aunque no tanto como el de estar parada.
Manfred, padre de la joven, asegura que ella ha perdido las esperanzas de mejorarse y, con ello, las ganas de vivir. Él busca los recursos para que su hija pueda ser tratada en una clínica de Arkansas, Estados Unidos, con el fin de eliminar su dolor.