Una mujer de Tennessee, Estados Unidos, recibió el mejor de los regalos por Navidad al enterarse que sería madre. Sin embargo, la noticia la dejó muy preocupada debido que el médico le dijo que daría a luz en los próximos nueve días.
Lauren Chalk consideró que el nacimiento de su hijo Wyatt ocurrido el pasado 2 de diciembre “es un milagro” al haber descartado junto a su esposo Keith los planes de hacer crecer a la familia.
La reciente madre reveló que había tenido dos abortos espontáneos por lo que no se ilusionaba con la llegada de un bebé. "Mi esposo y yo simplemente nos habíamos figurado que no estaba en nuestras cartas tener hijos, afirmó Chalk a Fox13.
No fue sino hasta el un día antes de Acción de Gracias que Lauren descubrió que estaba embarazada de 38 semanas. Fue durante una visita a la casa de sus padres en Slidell, Louisiana. Dijo que su madre que es doctora notó algo extraño que la puso muy “nerviosa”. Pensó que las hormonas de Lauren podrían estar fuera.
Al hacerse una prueba, el resultado fue positivo. De inmediato sacaron una cita médica en donde les confirmaron la buena noticia.
“Pensaba que estaba embarazada en varias oportunidades, pero luego me hacía la prueba y salía negativo, así que nunca pensé que se me hiciera realidad” dijo.
Lauren no podía tener hijos porque fue diagnosticada con síndrome de ovario poliquístico cuando era una adolescente, por eso no tenía idea de lo que estaba esperando. La condición la hizo tener ciclos menstruales irregulares.
Irene Peregrin, médica de OBGYN del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, dijo que la historia de Chalk no la sorprende. “No es raro, lo he visto antes, especialmente en pacientes que tienen una condición llamada PCOS. Esos son pacientes que tienen ciclos irregulares y muchas veces no se enteran que tiene varios meses de gestación”.
“No creo que pueda amar a nadie más de lo que amo a Wyatt. Es el mejor regalo que cualquiera podría darme, el mejor regalo de Navidad desde Jesús”, indicó Lauren quien se vio muy emocionada de tener a su bebé entre sus brazos.