Un residente de Norwich (Inglaterra) fue sentenciado a prisión tras maltratar a su enamorada en diversas ocasiones. En una de ellas, el sujeto ahogó a su pareja hundiendo su cabeza en el agua de una bañera.
El incidente ocurrió el 10 de junio cuando Perry Jackson, de 30 años, se enojó al ver a su novia maquillándose para ir a trabajar, y se enfureció aún más al saber que ella había recibido un mensaje de su jefe. El acusado arrojó el celular contra la pared y dejó a su pareja con moretones en sus brazos y muslos, de acuerdo con los fiscales del caso.
Esa noche, la mujer fue a tomar un baño, “esperanzada en que la relación había terminado”. De pronto, su pareja ingresó a dicho ambiente, le agarró por la nuca y sumergió su cabeza violentamente bajo el agua de la bañera.
“Ella describe cómo tenía dificultad para respirar y podía oír a su hija gritando detrás de la puerta del baño, porque el acusado la había cerrado”, explicó Ian Foinette, fiscal del caso. La afectada logró salir de allí, mientras que el agresor quiso justificarse ante la niña diciendo: “No te preocupes, mamá solo ha estado chapoteando en el baño”, según Foinette.
Asimismo, el investigador señaló que la mujer llamó previamente a un número de emergencias y colocó su teléfono en una posición desde la cual se podía escuchar lo que pasaba.
La agredida tenía una relación inestable con el sujeto, quien a su vez mantenía otra relación con otra mujer. Cuando este fue detenido por la policía, se mostró “listo para la confrontación” y lanzó expresiones racistas y amenazas contra uno de los oficiales.
Jackson fue condenado a 22 meses y medio de prisión.