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“Mi novio es policía”: el dilema de una manifestante que planea nupcias con un agente antidisturbios

May es afín a las protestas en Hong Kong, pero su prometido se encarga de reprimirlas. Sus amigos le han dado la espalda por esto y se ha visto obligada a pedirle a su novio que elija entre ella o su trabajo.

larepublica.pe
La crisis política en Hong Kong ha separado amigos, parejas y familias.

¿Se puede casar una manifestante con un policía que reprime las revueltas en Hong Kong? Este es el dilema de May, una joven que protesta en medio de una crisis política que separa familias, amigos y parejas.

El lugar ya está reservado y las alianzas listas, pero la ceremonia se ha aplazado. Su boda ha significado para ella y sus amigos un gran inconveniente, ya que su prometido es policía.

May, que no quiere dar su verdadero nombre, cuenta a AFP que es afín a los miles de hongkoneses que han abrazado la causa prodemocracia. Sin embargo, que su novio se encuentre del otro ‘bando’ ha traído repercusiones en su vida privada al punto de que ha pensado aplazar o suspender su boda e incluso terminar con él.

"Nunca me hubiera imaginado que podría perder a mis amigos. Estoy muy triste", dice la joven de 28 años. "Me he dado cuenta de lo profunda que es la fractura entre la policía y los habitantes", asegura.

Oposición a los policías

Una de sus mejores amigas, quien siempre le mostró su apoyo, también ha desistido de la idea del futuro matrimonio. Iba a ser la dama de honor, pero le ha confesado a May que probablemente no asista.

Otros amigos de la joven también han optado por alejarse de ella, cuenta. Y es en Hong Kong las fuerzas del orden se han apoderado de la gestión de las protestas, y cada vez se tornan más violentas.

Al respecto, la población reclama mucho más y critica la “brutalidad” contra ellos. En un semestre, la policía lanzó cerca de 12 000 granadas lacrimógenas contra los manifestantes sin hablar de balas de caucho o de proyectiles tipo saco.

May planeaba casarse en febrero con el hombre que ama, pero los últimos meses están acabando con su ilusión.

"'¿Deberías estar con una persona que tiene unos valores tan diferentes de los tuyos?'", le increpó su amiga, recuerda la joven.

No obstante, pese a que es consciente de la violencia en las manifestaciones, la todavía futura novia asegura que su pareja no haría daño ni a una mosca, pese a que pertenece a la policía antidisturbios.

"Confío en su comportamiento personal. Nunca pegaría en la cara a los manifestantes con su matraca", sostiene, al tiempo que reconoce que cada vez es más difícil para la pareja abstraerse de la actualidad.

Los negocios también en contra

La crisis política en Hong Kong ha calado tanto en la vida de las personas que hasta los impresores encargados de hacer las invitaciones para bodas se niegan ahora a darles el servicio a los policías.

“Desde el momento que la policía se presta a hacer detenciones arbitrarias y abusa de su poder contra los hongkoneses, hemos decidido que no haremos las invitaciones de sus matrimonios”, explicaron estas empresas a principios de noviembre al anunciar el boicot.

Algunos de los manifestantes juraron incluso que harían todo lo posible para arruinar los matrimonios de policías. Al punto que en los últimos meses las fuerzas del orden se tienen que desplegar en las bodas de agentes.

"Me temo que mi matrimonio no va a estar bendecido por el simple hecho de que mi novio es policía", dice May. "Emocionalmente es muy duro. Cuando me ve llorar me abraza y me dice que no piense demasiado en ello".

La presión ambiente ha llevado a May a dar incluso un ultimátum a su novio para que elija entre ella o su trabajo, a sabiendas de que será difícil que dimita. No cree que llegará tan lejos como para romper con él.

“Yo creo que nuestra relación sobrevivirá”, aunque “no lo puedo decir con seguridad”. “Nos seguimos queriendo mucho”, reconoce.