Wang, padre de la menor, fue declarado culpable por el asesinato de un niño de 9 años y sentenciado a muerte por el tribunal de Shangrao, China.
Todo comenzó luego de que la hija de Wan le comente que un compañero de clase la molestaba. El hombre se quejó a través de un grupo de WeChat en el que participaban los padres del aula y el maestro de los estudiantes.
Debido a que Wan solía tener un pésimo carácter, su esposa decidió conversar con los padres del niño y el maestro, quien acordó cambiarlos de lugar para evitar nuevos percances.
Sin embargo, al día siguiente y pese a que su esposa le había dicho que el problema se encontraba resuelto, el padre de la niña ingresó al salón de clases y apuñaló al niño por más de 10 veces. Luego cogió su cuerpo, lo sacó de clase y lo dejó caer al suelo.
El niño fue trasladado de emergencia al hospital más cercano y pese a los esfuerzos que hicieron los doctores, falleció.
Las autoridades quienes lograron detener a Wan en la escena del crimen, trasladaron al hombre a la carceleta del Tribunal Popular Intermedio de Shangrao (China) donde también fue juzgado.
“Wan no quería que la relación entre su hija y su compañero de clase mejorara, solo quería venganza”, manifestó uno de los jueces a cargo de la sentencia.
El fallo del tribunal, lo halló como responsable del asesinato del niño y lo condenó a la pena de muerte, pues para el máximo ente de justicia de China, el crimen fue un homicidio intencional.
“El asesinato del niño, que solo tenía nueve años, constituye un crimen de homicidio intencional”, se lee en el veredicto del tribunal.