Mya Piper se alejó de la piscina infantil y se dirigió a la piscina principal más profunda con su hermano menor, Jonah. El pequeño salió a salvo, pero la niña terminó en el fondo y murió ahogada. La familia del Reino Unido pasaba los primeros días de vacaciones en el hotel.
La madre de 40 años, Lisa, se encontraba distraída atendiendo una llamada telefónica, luego de unos cinco minutos levantó la vista y vio a Jonah, pero no pudo encontrar a la niña. “Estábamos en la piscina de niños, mi hijo jugando a mi lado y Mya tenía brazaletes”, contó la madre a la policía de la isla.
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“En ese momento recibí una llamada telefónica desde mi casa. La llamada fue de unos cinco minutos y me moví a una corta distancia. Podría decir que estaba distraída y no podía ver. Regresé a buscar a los niños, pero solo pude ver a mi hijo”, agregó la mujer.
Un turista que se encontraba en el lugar gritó: “Hay un bebé ahogado en la piscina”. Otra de las visitantes saltó de su cama solar y se zambulló en el agua. Sacó a la pequeña de la piscina y la llevó a la superficie entregándola a su madre.
Cuando sacaron a Mya de la piscina estaba inconsciente y tenía el rostro de color azul. Luego fue examinada por el oficial forense Dawn Carter. La llevaron a un hospital de la zona donde los paramédicos declararon que murió por inmersión.
El propietario del Hotel Evalena en Protaras, en Chipre, fue acusado por no contar con las medidas necesarias de salud y seguridad en las instalaciones del establecimiento. Al final obtuvo una sentencia de prisión suspendida y la empresa hotelera recibió una multa de 3.500 euros.