Jeanine Áñez, la presidenta interina de Bolivia, destacó este sábado la militarización que ordenó en el país ante las protestas desatadas en su contra, dado que el propio pueblo boliviano “clamaba” que el Ejército saliera a las calles a cumplir labores de seguridad pública.
Entrevistado por el medio local EL DEBER, Áñez se refirió al caso acontecido en la ciudad de Cochabamba, donde el pasado 15 de noviembre un operativo militar-policial dejó nueve muertos y 122 heridos, en un suceso criticado por organismos internacionales.
“Lo de Cochabamba fue muy dramático (...) que salga el Ejército, que nos ayuden, la gente clamaba porque el Ejército acompañara a la Policía porque era incontrolable los hechos de vandalismo y de terror”, subrayó Áñez, quien tiene poco más de una semana en el cargo.
"A pesar de los resultados", dijo en referencia al saldo de víctimas, "la gente en Conchabamba yo la sentí muy agradecida porque ver al Ejército en las calles con sus tanquetas solamente para brindar seguridad y ayudar a nuestra Policía fue de un gran valor".
El martes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el uso excesivo de las Fuerzas Armadas y de la Policía boliviana para reprimir manifestaciones populares y denunció el riesgo de impunidad de las violaciones a las garantías fundamentales.
La CIDH constató que desde la renuncia del exmandatario Evo Morales, el domingo 10 de noviembre, “la fuerte respuesta represiva por parte de las fuerzas de seguridad, con la utilización de armas de fuego, ha generado un incremento en el número de personas muertas y heridas”.
Organizaciones de derechos humanos han criticado que los militares realicen labores de orden interno
“Yo estoy enormemente agradecida tanto con la Policía como con nuestro Ejército porque nos ha ayudado muchísimo a sobrellevar tantas horas de violencia”, manifestó Áñez.
Desde el 21 de octubre, un día después de las elecciones en que Morales salió victorioso para un cuarto mandato con denuncias de fraude, Bolivia lleva sumida en un grave conflicto que deja 32 fallecidos y más de 800 heridos en actos violentos, según la Defensoría del Pueblo.
El Senado de Bolivia anuló las elecciones presidenciales en donde Evo Morales perpetró una victoria, y que desató una serie de protestas que dejaron al menos 32 muertos.
“Se aprueba por unanimidad (...) el Proyecto de Ley ‘Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales’”, anunció el Senado en su cuenta de Twitter. La iniciativa pasará esta misma tarde a la cámara de diputados para su aprobación, antes de ser promulgada como ley por la presidenta interina Jeanine Áñez.