La iglesia busca una reivindicación ante la coyuntura del cuidado del medio ambiente. Y es que tras la reunión del último sábado en el Vaticano, y con la participación de los 184 obispos, se aprobó una solicitud para la introducción del “pecado ecológico”, ordenar curas casados y contar con mujeres diáconos.
Entre obispos y cardenales, en su mayoría latinoamericanos, votaron a favor de este paquete de medidas en el Vaticano para una nueva inclusión, esto en el marco de la concientización para el cuidado del planeta.
Luego de la tragedia del incendio forestal en la Amazonía, los obispos vieron por conveniente velar por el bienestar y cuidado del “corazón biológico” de la tierra impulsando la creación de un fondo mundial para reparar la deuda ecológica.
“Proponemos definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente. Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente”, afirma el punto 82 del documento.
Por otro lado, el monseñor Pedro Brito Guimaraes (obispo de Brasil), instó: “los pecados ecológicos son algo nuevo para la Iglesia. Debemos comenzar a confesarlos”, incentivando a los seguidores de Dios a cuidar y reflexionar sobre la protección de nuestro mundo.