Tristemente, los casos de maltrato infantil son frecuentes en todo el mundo. Pero cuando los comete la propia madre, el caso se vuelve doblemente indignante. Más aún cuando se trata de una niña que terminó sufriendo consecuencias irreversibles por el despiadado accionar de su progenitora.
En Francia, una mujer llevó su auto a una revisión de rutina con un mecánico, cuando el hombre de pronto hizo un descubrimiento que lo dejó atónito. En el interior de la maletera estaba la hija de su clienta, desnuda y quejándose de dolor. Su madre no parecía mostrar la más mínima empatía con la situación de su hija.
El hecho ocurrió en el 2013, y el hombre dio aviso a la Policía, que detuvo a la desalmada madre. Las autoridades explicaron si hubieran llegado 15 o 30 minutos después la niña habría estado en “gran peligro” por la falta de oxígeno.
Después de cuatro horas de deliberación, decidieron que la mujer pierda la custodia de la niña, a la que además solía tener escondida en el sótano de su casa y le ocultó de su existencia a su propio padre. El comportamiento de la madre intrigó a la Policía porque parecía “tranquila”, como si el descubrimiento del bebé fuera una “liberación”, según el mecánico.
Serena, nombre de la menor, nació el 24 de noviembre de 2011 en Brive la Gaillarde. Al momento de los hechos tenía 2 años y hoy con 8, vive con una nueva familia, aunque quedó con secuelas permanentes. Según un examen realizado en 2016 tiene “un déficit funcional de 80%” y autismo.
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La defensa de la madre, que tiene ahora 51 años y otros tres hijos, afirma que hay que entender la situación porque se negaba a sí misma “hasta el extremo” su propio embarazo, del que sostiene no haberse dado cuenta hasta el octavo mes de gestación.
Pese a ello, este jueves 17 de octubre, el tribunal de Apelación de Haute-Vienne Assize, condenó a una mujer a cinco años de prisión. Además absolvió al padre de Serena, al no encontrársele responsabilidad en los actos de su pareja.