Sus declaraciones dejó en shock a todo Brasil. El exfiscal general Rodrigo Janot contó este viernes que había planeado asesinar al juez Gilmar Mendes, luego de entrar al Supremo Tribunal Federal armado y posteriormente suicidarse, sin embargo, se arrepintió. “Estaba solo, pero fue la mano de Dios. Fue la mano de Dios”, que lo frenó a cometer tal crimen, aseguró a un medio local.
Este hecho habría ocurrido en mayo de 2017, tal como lo narra en un fragmento de sus memorias “Nada menos que tudo” (“Nada menos que todo”), libro que saldrá a a la venta en unos días en Brasil.
“En uno de los momentos de dolor agudo, de ira ciega, me puse una pistola cargada en el cinto y por poco no la descargué en la cabeza (del juez)”, fue una de las tantas confesiones del exmagistrado que laboró entre los años 2013 y 2017, siendo figura clave en el caso de anticorrupcion Lava Jato.
Janot de 63 años, comentó que la divulgación de una falsa historia del juez Gilmar Mendes sobre su hija, creó en él un sentimiento de ira y venganza, por ello intentó matar al hombre.
Por otro lado, Mendes se mostró “sorprendido” ante las declaraciones de su excolega y recomendó “ayuda psiquiátrica”. “Solo me queda lamentar el hecho de que, durante un buen tiempo, una parte del debido proceso legal en el país fue rehén de quien confiesa tener impulsos homicidas”, sentenció Gilmar Mendes.
Finalmente, tras este destape un fiscal solicitó a la Policía Federal allanar la casa Janot e incautar el arma de fuego. En otro momento , El presidente de la Cámara de los Diputados, Rodrigo Maia enfatizó: “Hoy descubrimos que el fiscal general quería matar a un juez del Supremo. ¿Quién va a querer invertir en un país como este?”.