Imágenes de terror. La violencia con la que un sacerdote bautizó a un bebé generó repudio en Rusia. El hecho fue denunciado por un grupo de padres, lo que obligó que la Iglesia Católica suspenda al clérigo por un año.
Su nombre es Vasili Necheporenko y en el video se observa como agita y sumerge a la pileta con excesiva fuerza al menor que no paraba de llorar. Por más que se intentó detenerlo, no se detuvo.
La madre, Anastasía Alexéyeva, indicó a medios locales que el pequeño resultó herido y con un trauma psicológico.
“Hizo todo lo posible para lastimar al niño. Vio que era grande, que no era posible sumergirlo en una fuente tan pequeña. Tenía que haber salpicado el agua sobre su cabeza, pero aun así decidió hacerlo a su manera”, relató.
Necheporenko, por su parte, indicó que no hizo nada peligroso ni extraño durante la ceremonia. Por lo contrario, culpó a la progenitora por alarmarse sin motivo porque “tal vez esté aburrida o tenga mucho tiempo libre”.
El material fílmico provocó el repudio de muchas personas en redes sociales. Hasta el momento cuenta con 1,43 millones de visualizaciones.
La ceremonia se realizó el 10 de agosto en Gátchina, ciudad de San Petesburgo, Rusia, a cambio de 3.500 rublos, aproximadamente 55 dólares o 180 soles.