En 2002, Inglaterra (Reino Unido) permaneció en zozobra por el asesinato de las pequeñas Holly Marie Wells y Jessica Aimee Chapman, de 10 años.
Los crímenes ocurrieron en Soham, Cambridgeshire, el 4 de agosto. Los cuerpos de las menores fueron hallados por un guardabosques.
Ian Kevin Huntley, un barrendero de un colegio local, fue hallado culpable y sentenciado dos veces a cadena perpetua con un mínimo de 40 años.
Su novia, Maxine Ann Carr, era profesora de las niñas en la escuela local.
Aunque han pasado 17 años desde los atroces asesinatos, pero esta vez su relación con un recluso transgénero.
HMP Frankland es una prisión de varones de máxima seguridad del Reino Unido. Alberga a delincuentes de categoría A, categoría A de alto riesgo y categoría B.
Ian Huntley está siendo investigado por los jefes de prisión HMP Frankland. Foto: Difusión.
Según The Sun, el prisionero del que se enamoró el cruel homicida se llama Luna y está en proceso de transición.
“Todos aquí llaman a la novia como Luna Huntley y pasan mucho tiempo juntos, incluso en su celda”, señaló una fuente carcelaria al mencionado diario.
“Luna usa maquillaje, se viste con ropa femenina y se identifica como mujer. Es probable que termine en una prisión para mujeres, lo que molestará a Huntley. No tiene muchos amigos y casi no tiene visitantes”, detalló.
Según The Sun, Ian Huntley perdió su trabajo de £ 20 por semana como pintor y decorador en la cárcel después de amenazar a los oficiales de la prisión. También se le ha prohibido comprar artículos de lujo de la cantina de la cárcel.
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Las fuentes afirman que está vinculado a preguntas de otros internos sobre Luna. El Ministerio de Justicia dijo: “No hacemos comentarios sobre prisioneros individuales”.
Ian Huntley ha sido despojado de privilegios después de hacer amenazas a los oficiales de la prisión.
De acuerdo a The Sun, le molestaba que le pregunten sobre su amistad con Luna.
Ian Huntley está siendo investigado por los jefes de prisión HMP Frankland. Foto: Difusión.
Su “estado” en la cárcel se ha reducido a básico, lo que significa que ha perdido su trabajo de £ 20 por semana como pintor y decorador en la prisión.
También se ha prohibido su derecho a ver televisión, comprar artículos de lujo en la cantina de la cárcel y ordenar los platos de pescado y papas fritas que le gustan.
“Ian Huntley ha sido rebajado al grado más bajo de prisionero”, cita The Sun.