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China castigará con pena de muerte casos de abuso sexual infantil

Entre 2017 y junio de este año se han juzgado más de 8 mil casos por delitos sexuales contra menores en el país asiático.

En China las personas que cometan delitos sexuales contra menores que sean de naturaleza “extremadamente malvada” y que causen “consecuencias extremadamente graves” serán castigados con la pena de muerte, anunció el Tribunal Popular Supremo del país asiático.

La máxima instancia judicial china explicó que “los delitos de violación a menores dañan seriamente su salud mental y física y violan gravemente la ética y la moral sociales. El Tribunal Popular supremo siempre ha mantenido una postura férrea de tolerancia cero”.

En ese contexto, informó que el pasado 25 de julio fue ejecutado un delincuente identificado como He Long, quien violó a varias niñas menores de 14 años y las forzó a prostituirse.

Según datos del Tribunal, entre 2017 y junio de este año se han juzgado más de 8.300 casos de delitos sexuales contra menores en tribunales de China. Esta cifra ha aumentado debido a que la ciudadanía es cada vez más consiente de los derechos de los niños y denuncia inmediatamente.

Asimismo, indicó que quienes cometan delitos de pederastia se enfrentarán a penas más severas, aunque «dentro de los límites de los castigos tipificados».

Estados Unidos

Similar panorama se vive en Estados Unidos, donde el fiscal general, Bill Barr, anunció que el gobierno federal volverá, después de 16 años, a ejecutar a los condenados a pena de muerte.

“El Departamento de Justicia de EE. UU. defiende el imperio de la ley, y le debemos a las víctimas y a sus familias avanzar con la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia”, dijo Bill Barr en un comunicado.

Señaló, además, que esta sanción se aplicará a cinco asesinos ya condenados, a quienes se les agotaron los recursos de apelación.

El primero de estos condenados a la pena de muerte será ejecutado el 9 de diciembre de 2019. Se trata de Daniel Lewis Lee, miembro de un grupo racista que asesinó a tres personas de una familia de los Estados Unidos, incluyendo a una niña de ocho años.