EFE y AFP
Un comunicado conjunto de 52 países, representados por el Perú, pidió ayer ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas cambios políticos en Venezuela para que ese país “recupere un total disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
“Solo se conseguirá a través de una solución política pacífica, que incluya la celebración de elecciones presidenciales libres y justas bajo la constitución y la ley internacional”, subrayó el comunicado, leído por la embajadora peruana ante la sede europea de la ONU en Ginebra, Silvia Elena Alfaro Espinosa.
La diplomática señaló que el medio centenar de países signatarios “están preocupados por las graves violaciones y abusos a los derechos humanos en Venezuela”, que pudo comprobar la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su visita al país latinoamericano en junio.
El secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, subrayó este miércoles que profundizar en el diálogo con el régimen de Nicolás Maduro, es la única forma de lograr una solución pacífica a los desafíos apremiantes que enfrenta Venezuela.
Este martes, los militares y civiles venezolanos presos en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) protestaron exigiendo el respeto de los derechos humanos, tras la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo en ese centro, confirmaron este miércoles familiares de detenidos y diputados del país. Más temprano, habían circulado en redes sociales versiones de un supuesto motín de los presos políticos recluidos en el Dgcim.
La salud es cada vez más precaria. La falta de medicamentos contra el VIH en Venezuela ha provocado una “diáspora forzada” de personas con el virus y un estimado de 5.000 muertos en lo que va del año, denuncia Tamara Adrián, diputada trans de la Asamblea Nacional.
La madre de un venezolano de 16 años que perdió los ojos tras recibir disparos de perdigones por la policía en una protesta clamó “justicia”, en un caso condenado por la oposición e investigado por la justicia. “Mi hijo perdió los ojos solo por ayudarme a pedir el gas que necesitamos”, lamentó entre sollozos.