En Estados Unidos, Beronica Ruiz fue brutalmente golpeada por un jovencito de 13 años durante la semana pasada, tras denunciar que en el colegio, su hijo de 12 años era víctima de agresión y racismo por parte de otros compañeros.
Horas antes, Ruiz y su esposo se habían reunido con el vicerector de la escuela The Gifted and Talented Academy en Passaic, Nueva Jersey, para expresarle su preocupación por las amenazas por parte de estudiantes a su hijo, a quien supuestamente le decían: “Todos los mexicanos deberían estar detrás del muro”, explicó el abogado Daniel Santiago.
Ante las constantes burlas que recibía el menor, sus padres se sentían disgustados debido a que la escuela no les había informado sobre los malos ratos que pasaba su hijo. No obstante, manifestaron que salieron tranquilos luego de salir del encuentro con la autoridad estudiantil.
El abogado Santiago, señaló que el director de la institución había mostrado buena disposición al asegurar que contactaría con los estudiantes y sus padres.
Sin embargo, cuando la mujer se dirigía a casa con sus hijos de 12 y un año. El mayor notó que no estaba solos. Tres jóvenes les perseguían y los reconoció.
“Él se giró hacia su madre y dijo, mamá, esos son los chicos que estaban amenazándome y nos están siguiendo”, indicó el abogado.
Momento después, un adolescente de 13 años supuestamente la atacó. Al parecer, el chico primero le propinó un puñetazo al hijo de Ruiz en la cara. Cuando la madre intentó intervenir, el adolescente le golpeó “y la tiró al suelo”, haciendo que ella perdiera la conciencia.
Según reseñó NBC New York, la mujer permaneció ingresada durante dos días tras el ataque sufrido, que le provocó fracturas en la cara y una conmoción cerebral.
No está claro qué motivó al joven de 13 años a ir supuestamente detrás de Ruiz y su hijo, pero la madre dijo a NBC New York que el adolescente estaba gritando alto cuando se acercó a la familia en la calle. Sin embargo, ella intentó que el chico de 13 años parara, él le dijo “cállate” y la golpeó.
Después de recuperar la conciencia, el atacante se había marchado. Posteriormente la madre fue llevada al hospital y al recibir el alta médica, se dirigió a la institución y el adolescente que la golpeó seguía yendo a clases “como si nada hubiera ocurrido”.
Las autoridades del colegio asumieron que se les había olvidado llamar a los estudiantes y a sus padres por los constantes acosos denunciados por Ruiz. Sin embargo, el joven atacante fue suspendido sólo después de que el esposo de Ruiz llamara al alcalde, señaló el abogado familiar.
La familia Ruiz consideró que si la escuela hubiera manejado mejor la situación, el ataque nunca habría ocurrido.