Antonio Guterres, secretario general de la ONU, manifestó que las consecuencias de las pruebas nucleares de Estados Unidos siguen siendo dramáticas.,El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, lanzó una alerta de contaminación ambiental tras conversar con Hilda Heine, presidenta de las Islas Marshall (en el Pacífico), sobre la filtración de material radiactivo del domo de Runit —o 'La Tumba'—, construcción erigida por Estados Unidos a finales de los años 1970. Este domo diseñado con hormigón alberga más de 70 000 metros cúbicos de desechos proliferados por 67 pruebas nucleares registradas entre 1946 y 1958 por los Estados Unidos. La explosión más fuerte se dio en 1954 con el conocido "Bravo", una bomba de hidrógeno 1 000 veces más monstruosa que la de Hiroshima, Japón. Hilda Heines, mandataria de las Islas Marshall, está pendiente de Runit PUEDES VER: México registra el aire más contaminado del planeta, solo detrás de China Desde 1977 hasta 1980, la cúpula estadounidense designó a 4 000 soldados para una misión titánica: recoger restos tóxicos en seis de las islas del atolón Enewetak (arrecife o banco de arena, en este caso a base de coral) y llevarlos a Runit, donde se formó un cráter en consecuencia de una explosión de 18 kilotones, cuyo diámetro fue recubierto. "Y las consecuencias (de las pruebas nucleares) han sido bastante dramáticas, en relación con la salud, en relación con el envenenamiento de las aguas en algunas áreas", recalcó Guterres a AFP. Una de las sustancias más tóxicas del planeta, plutonio-239, se está filtrando poco a poco a través de los resquebrajamientos del concreto. Asimismo, hay residuos de cesio y estroncio. Las Islas Marshall se independizaron de Estados Unidos en 1990, este hecho asoma como coartada para los norteamericanos porque dejaron el problema en el olvido, alegando "falta de presupuesto". Por ello, la potencial hecatombe ya no recae en su jurisdicción. PUEDES VER: Viagra, cocaína y éxtasis: los 'contaminantes emergentes' de los ríos de Argentina Consecuencias inhumanas Según destaca ABC, el departamento de Energía de Estados Unidos, a causa de la contaminación en Runit, ha prohibido la exportación de pescado desde el atolón Enewetak. A partir de esa medida, los índices de diabetes en la zona han tenido un alza, debido al consumo de alimentos procesados a cambio de los habituales. El secretario general de la ONU, en una reunión con estudiantes de Fiyi, consideró necesario el conocimiento profundo del tema, pero no se animó a sugerir una propuesta para controlar las filtraciones bajo tierra. "Hay mucho por hacer mucho en relación con las explosiones que tuvieron lugar en la Polinesia Francesa y las Islas Marshall (…) con las consecuencias para la salud, el impacto en las comunidades y otros aspectos", expresó Guterres, deseando una apertura de mecanismos en el que se salvaguarde a la población de la radiactividad. PUEDES VER: EE. UU. admitió bombardeo 'por error' a ocho policías OMS advierte y pobladores son conscientes del peligro La Organización Mundial de la Salud informó que el proyecto temporal del atolón costó $228 millones; sin embargo, no existe un protocolo ante un posible desastre. Los pobladores de las Islas Marshall, cerca de 55 000, aseguran que el dinero invertido por los programas de ayuda de Estados Unidos no son suficientes. La contaminación en las Islas Marshall