Con esta sentencia, George Pell se convierte en el clérigo católico más importante del mundo en ser condenado por abuso sexual contra niños. ,Escándalo en la cúpula del Vaticano. Este martes, el Tribunal de Campo de Victoria en Melbourne (Australia) declaró culpable al cardenal George Pell, responsable de Finanzas del Vaticano y exasesor del Papa Francisco, por dos delitos sexuales, cometidos hace más de dos décadas, contra menores de 13 años. El veredicto se hizo público luego que se levantara una orden de supresión del caso. Con esta sentencia, Pell se convierte en el clérigo católico más importante del mundo en ser condenado por abuso sexual contra niños. PUEDES VER: Papa Francisco destituye a sacerdote chileno investigado por abuso a menores “El cardenal Pell siempre ha mantenido su inocencia y lo continúa haciendo”, dijo en un comunicado su defensa, que ya apeló el veredicto de culpabilidad. “Si bien el cardenal Pell se ha enfrentado a acusaciones de varios demandantes, los cargos, a excepción de aquellos que están vinculados a la apelación han sido retirados, desestimados o no han prosperado,” remarcaba el abogado Paul Galbally. “¡Eres un monstruo!”, “¡Vete al infierno, anormal!”, fueron algunas de las increpaciones contra el prelado a su salida de la sala fiscal, según imágenes divulgadas por la televisión australiana en las que se podía apreciar una fuerte custodia policial. Acusaciones previas Las acusaciones de pederastia contra Pell, considerado el 'número tres' de la institución romana, salieron a la luz en 2015, cuando una de las víctimas denunció ante la Policía de Victoria que había sufrido abusos sexuales en dos ocasiones por parte del prelado, poco después de que éste fuera nombrado arzobispo de Melbourne en 1996. El denunciante, que era miembro del coro de la iglesia, relató que un domingo, después de oficiar una misa a finales de diciembre de 1996, Pell lo violó oralmente tras haber abusado de un amigo, con quien estudiaba en el prestigioso colegio St Kevin. Pell también ordenó al demandante que se bajase los pantalones y después le acarició los genitales y se masturbó durante unos minutos, lo que dejó traumatizado al niño de trece años durante años. La otra víctima, que nunca denunció los hechos, murió de una sobredosis de heroína en 2014. “Como muchos supervivientes, he experimentado la vergüenza, la soledad, la depresión y he luchado para sobrevivir. Como muchos supervivientes, he tardado muchos años en comprender el impacto que aquello tuvo en mi vida”, indicó la víctima en un comunicado en el que pidió que se respetase su anonimato. La sentencia de Pell y estos detalles del caso salen a la luz solo dos días después de concluida la cumbre de abusos en el Vaticano, que reunió a 190 líderes religiosos para debatir sobre este problema. El caso del australiano evidencia una manera muy distinta de tratar la cuestión. Especialmente comparado con la radicalidad empleada con otros cardenales, como el estadounidense Theodore McCarrick, expulsado del sacerdocio hace apenas una semana. Pell se encuentra hasta ahora en libertad condicional, pero podría ser arrestado a partir del miércoles, cuando comenzarán las vistas para determinar una pena que podría alcanzar los 10 años de cárcel. Retirado Por su parte, el Vaticano dijo en diciembre que Francisco había retirado a Pell, de 77 años, de su grupo de asesores cercanos, sin comentar sobre el juicio. Pell, quien tomó una licencia indefinida en 2016 debido a su papel como responsable de Finanzas del Vaticano para luchar contra los cargos, no fue convocado para participar en el juicio. Además, el jurado ha mostrado en audiencia pública una grabación de una entrevista que la Policía de Australia mantuvo con Pell en Roma en octubre de 2016, en la que negó las acusaciones. También se ha mostrado al jurado un vídeo del testimonio de una víctima a puerta cerrada. Responden Tras la noticia, los obispos australianos emitieron un comunicado que expresa que la sentencia condenatoria “ha causado un fuerte impacto en muchas personas en Australia y en el mundo, incluida la Conferencia Episcopal Australiana”. “Los obispos estamos de acuerdo en que todas las personas son iguales ante la ley, y respetamos el sistema legal australiano. El mismo sistema legal que ha deliberado el veredicto ofrece al Cardenal la opción legal de recurrir. Nuestra esperanza, siempre, es que por medio de este proceso se haga justicia”, se lee. Agregaron que se encuentran rezando "por aquellos que han sido abusados y por sus seres queridos" y se comprometieron "a hacer todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los menores y los vulnerables”.