Roly Ortiz, creador y productor de la popular agrupación Skándalo, compartió detalles impactantes sobre la salida de Ricky Trevitazo del grupo. Según Ortiz, Trevitazo fue despedido en 2001 debido a su comportamiento agresivo hacia otros miembros de la banda, incluyendo a Luigui Carbajal y Luis Sánchez.
Durante una entrevista en el podcast 'Ouke', el productor relató los difíciles momentos que vivieron los integrantes de Skándalo debido a las actitudes de Trevitazo. Ortiz explicó que el cantante no solo insultaba y humillaba a sus compañeros, sino que también recurría a la violencia física. Esta situación se volvió insostenible, llevando a los miembros del grupo a solicitar su expulsión.
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Roly Ortiz fue contundente al describir el comportamiento de Ricky Trevitazo. “Ricky, en esa época, era un muchacho muy agresivo. Les paraba pegando a los chicos, los insultaba. Tenía que consolar a los chicos. A Luis lo encontraba llorando. Le pegaba a Luis, a su hermano Ronald le pegaba y a Luigui lo trataba mal. Inclusive, tenía un músico con habilidades especiales y lo humillaba, le pegaba, una vez le escupió en la cara, era muy abusivo”, declaró Ortiz.
El productor también mencionó que Trevitazo llegó a insultar y maltratar a Marita, la única mujer de la agrupación que tocaba las congas. Esta situación generó un ambiente de trabajo insostenible, afectando la dinámica y el bienestar de los miembros del grupo.
El comportamiento de Trevitazo no solo afectó a los miembros de Skándalo, sino que también tuvo repercusiones a nivel profesional. Ortiz se siente traicionado por Trevitazo y Luigui Carbajal porque, a pesar de haberles dado la oportunidad de formar parte de Skándalo, ellos no le pagan los derechos para usar sus canciones y coreografías en la actualidad. Esta falta de reconocimiento y compensación ha generado resentimiento en Ortiz, quien considera que su contribución al éxito del grupo no ha sido adecuadamente valorada.
La situación llegó a un punto crítico cuando los mismos integrantes de Skándalo se reunieron y pidieron a Ortiz que tomara medidas. “Un día hicieron una reunión todos los chicos de Skándalo. Giovanni Kral me dice ‘Ya no aguantamos a Ricky, o se va Ricky o nos vamos nosotros’. ¿Qué iba a hacer? Por la tranquilidad del grupo, tuve que sacarlo”, recordó.
Esta decisión fue difícil pero necesaria para preservar la armonía y el funcionamiento del grupo. La salida de Trevitazo permitió que los demás miembros pudieran continuar con sus carreras en un ambiente más saludable y productivo.
El caso de Ricky Trevitazo y Skándalo pone de manifiesto la importancia de abordar y resolver situaciones de violencia y abuso en el entorno laboral, independientemente del ámbito en el que ocurran. La música y el entretenimiento no están exentos de estos problemas, y es fundamental que los líderes y productores tomen medidas para proteger a sus equipos y garantizar un ambiente de trabajo seguro y respetuoso.