Lo recuerda como si fuera ayer. El actor cómico Lorenzo Zubiate, conocido como Mondonguito, trabajó en televisión con Augusto Ferrando y en otros programas de Panamericana TV. Sin embargo, en la década de los 2000 viajó hacia Italia, donde radicó por casi 20 años. En el mencionado país, Zubiate se dedicó a ofrecer shows, pero también a vender discos piratas de artistas nacionales e internacionales. La falta de pago de impuestos le valió la detención al humorista y la confiscación de 180.000 euros que tenía en un banco de Milán.
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Lorenzo mencionó que no era posible dar espectáculos en las calles, como estaba acostumbrado en Perú, porque en Italia se encuentra prohibida la venta ambulatoria. Por ende, solo podía laborar los fines de semana de manera formal. En Milán, entonces, se le ocurrió piratear discos y videos para la venta en la calle.
“Trabajaba los fines de semana y de lunes a viernes me dedicaba a la venta de discos de videos. Y cómo acá, en Perú, estaba Mesa Redonda y existe la piratería, me dediqué a hacer discos piratas para no estar de vago e invertir mi tiempo en algo”, dijo en una entrevista a Trome.
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El cómico relató que se dedicó a la venta ambulatoria por 8 o 9 años, y que ofrecía cada disco a 5 euros. No obstante, los agentes de fiscalización se enteraron de la actividad ilegal y procedieron a arrestarlo.
“Me detienen justo saliendo de mi casa, me agarran con una maleta de videos, tenía como 700 u 800 discos. Los agentes me detienen y me llevan a la comisaría Cavegneri en la madrugada, después fui conducido al Palacio de Justicia. Estuve enmarrocado, eso es por ley. En la carceleta del Poder Judicial, donde están los peores delincuentes de toda Europa; había gitanos, marroquíes, ingleses, franceses, italianos, ecuatorianos, argentinos, colombianos y peruanos. Ellos al toque me reconocían: 'Habla, Mondongo', me decían”, narró.
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Después de que la Policía confiscara los 180.000 euros que tenía en el banco, el actor decidió regresar a Perú, pero estaba impedido de hacerlo; sin embargo, conoció a un fiscal que lo ayudó a ir a Marruecos para posteriormente retornar a territorio peruano.
"A Dios gracias, cuando estaban llevándome a la carceleta, me topó con un señor. Él me saludaba y lo reconocí después. Sucede que era un fiscal, que estaba casado con una peruana y me conoció yendo a un show mío en Nápoles (...). La plata que tenía en el banco me la confiscaron por completo. Tenía 180.000 euros en el banco. Ya me venía, planeaba poner un negocio. Mi intención era poner un circo en Perú y me dejan en nada", sostuvo.
También contó la gran travesía para regresar al Perú: “Llamé a mi amigo fiscal y él me dijo: 'No te preocupes, te vas porque te vas'. Él tenía un amigo en Marruecos, así que me recogieron y pude salir del país. No hubo problemas porque el carro tenía placa marroquí y pude salir sin problemas. Estando allá, tomé un avión rumbo a Ecuador y de ahí vine a Perú”, finalizó.