En Fargo la coincidencia y el sinsentido pesan más que la lógica.,Nota: Este episodio de Fargo llega a DirecTV el lunes 1 de noviembre a las 10 p.m. (canales 201 y 1201). Si bien es la precuela de la primera temporada, puede apreciarse como una historia independiente. Seguir los pasos usuales de una investigación tiene que llevar a un punto. Eso es en lo ideal, pero no siempre funciona así. A veces la corazonada y la simple coincidencia contribuyen más. Esto último parece ser el cómo funcionan las cosas en Fargo, sea en su primera o segunda temporada. PUEDES VER: En Fargo si tus problemas tienen forma humana, los haces carne molida | RESEÑA En el tercer episodio, el sheriff Hank Larsson (Ted Danson) nos muestra ello al entrar al salón de belleza -donde trabaja Peggy- con los carteles de “se busca”, pues ya conectó que Rye Gerhardt disparó y mató a tres personas en el diner. Peggy Blumquist escucha con atención las palabras de la Betsy Solverson, quien establece una hipótesis que se ajusta a la realidad: alguien atropelló al criminal y por ello su zapato acabó en un árbol. Como Constance, dueña del salón, sabe que Peggy tuvo un accidente similar el mismo día del crimen, pareciera querer mencionarlo ante la autoridad como quien no quiere la cosa. Pero Peggy sabe que ello la comprometería, así que, en defensa propia, dice que el atropello no tiene sentido. Y tiene razón. De haber ocurrido así, dice, ¿El chofer no debió detenerse al ver a alguien en la carretera? ¿No sería ilógico que alguien haya conducido kilómetros con el cuerpo en el parabrisas? Sería imposible. Pero lo imposible ocurrió, Peggy lo sabe mejor que nadie. Y cuando el sheriff Larsson se topa con la realidad, no la reconoce como tal, lo ignora. No podemos culparlo, es lo más lógico. Pero Peggy no lo hará, ella tiene que eliminar cualquier sospecha de sí, de modo que planea dañar su auto para justificar el parabrisas roto y Ed la ayudará. Van a 'barajarla' como campeones. ¿Quién es, en realidad, Peggy Blumquist? Eso se resolverá en próximos episodios, pero en tanto Fargo nos hace conscientes de un hueco en la historia del tamaño de un elefante. ¿Por qué ella hizo lo que hizo? ¿Por qué no frenó? Así, Fargo se cuestiona a sí misma y sube nuestras expectativas sin dejar ese tono de ironía y desconfianza para con la especie humana. Bear y Floyd Gerhardt. La matriarca de la familia gángster la tendrá difícil para mantener unidos a los suyos en tiempos de tribulación. El segundo momento donde la lógica no pesa tanto es cuando Skippy Sprang, el socio de Rye, aparece frente al despacho de la jueza asesinada. Solverson y su perspicacia, así como Ben Schmidt, un detective pusilánime, abordan al vendedor. Skippy inventa unas cuentas mentiras sazonadas con la verdad y consigue que lo dejen ir. Después de todo, concuerdan Solverson y Schmidt, la jueza tenía muchos casos y sería improbable que este infeliz ese esté relacionado al crimen. Así, Fargo se revela como un microcosmos del mundo entero, donde las coincidencias ocurren, pero de forma fluída, sin obviar las consecuencias, pero sin tomarse en serio. No se trata de situaciones que surgen de la nada, sino que se corresponden con la demencia inherente de estos pequeños pueblos. Y si hablamos de dementes, allí entran los Gerhardt, acostumbrados a que su palabra sea ley, pues pagan, intimidan y matan para ello, razón por la cual no pueden hacer más que asombrarse de que Lou Solverson, al buscarlos para contarles la acusación a Rye, los trate como lo que son: ciudadanos que tienen que respetar la ley. En cambio, Schmidt es genuflexo, su rostro muestra miedo al tratar con los mafiosos. Incluso les entrega su pistola cuando se lo piden. Obviamente, Lou no les entrega nada. El oficial Solverson (Patrick Wilson) fue quien de verdad brilló en el episodio. Dicen que aquellos que son muy valientes no llegan a viejos, y sabemos que Lou sí lo hizo. ¿Recuerdan la primera temporada, cuando se plantó frente a casa con una escopeta a proteger a su nieta? No fue solo el gesto de buenas intenciones de un anciano, sino una muestra de que, cuando joven, era un tipo de temer. Como si plantarle cara a los Gerhardt no fuera suficiente, al entrar a la tienda de máquinas de Skippy, encuentra a Mike Milligan y los hermanos Kitchen. Estos últimos terminan apuntándole a Lou con sus escopetas, pero él ni se inmuta. Alguien puede morir allí y el policía no muestra el menor signo de miedo, ni de temblor en el habla. De hecho, estos dos momentos de Solverson fueron tan cargados de valentía que de solo verlos me creció una medalla en el pecho. Lo más desconcertante de todo es la frescura con la que regresa a casa, se come un postre y comparte tiempo con su familia. ¿Cómo es que no le afecta tanta locura? Mientras tanto, los Gerhardt mueven cielo y tierra para ubicar a Rye. La nueva víctima ha sido Skippy, quien les contó de las indagaciones de los Kitchen y Milligan, enviados de la mafia de Kansas City. Puesto que los recién llegados pueden ser vinculados a la desaparición del chico, el conflicto de los pillos se acerca. Hubo menos tensión que en los otros episodios, sí, pero lo que ahora le faltó a Fargo lo compensó con un desarrollo de personajes que otras historias ya quisieran tener. Sin necesidad de ser oscura y críptica, nos hace sentir un clima incómodo, como si una masacre vaya a desarrollarse en cualquier momento. Fargo 2x04 | AVANCE Pensamientos sueltos -La Policía tiene uno de los zapatos de Rye. ¿Dónde está el otro? -La jefa de Peggy es muy lista, ella podría ser quien una las piezas del crimen. -Es la hija de Dodd Gerhardt quien ubica a Skippy, el socio de su tío. Su padre, aún así, la margina. Este desprecio contra las mujeres, como van las cosas, podría covertirse en su peor error, puesto que su madre es ahora quien lleva los pantalones del clan. -¿Cuál es el problema con Hanzee Dent, el indio? Su falta de emociones es enervante. -Ahora sabemos que más gente vio al ovni del primer episodio. Un 'creyente' indica que esa cosa observa la creación. La escruta. La mira como si se tratara de un zoológico. Tal vez el platillo volador conoce la verdadera naturaleza de esta especie decadente. -El tercer episodio se llama El Mito de Sísifo, tradición griega que cuenta la historia de un mortal que se pasa de listillo en vida y, al morir, los dioses lo castigan con subir todos los días una roca muy grande a cierta montaña. De noche, el piedrón cae y el día siguiente la tarea debe ser repetida, así como todos los días hasta el fin de la eternidad. De acuerdo a Zack Handlen de Av Club, es una metáfora sobre lo inútil, como buscar a Rye o tratar de controlar la familia Gerhardt cuando el hijo mayor puede ser un problema. ¿Qué les pareció el regreso de Fargo? Comente este artículo en Cultura Popular, la cuenta Facebook de La República. Puedes contactar al autor de este artículo vía Twitter (@ALRivadeneyra) o email (alfonso.rivadeneyra@glr.pe).