Horror, muertos, una bazuca y uno de los hechos más impactantes de la serie tienen lugar en "No Way Out", el noveno episodio de la sexta temporada de The Walking Dead. A continuación, la reseña con SPOILERS. ,The Walking Dead regresó el último domingo con el estreno de la segunda parte de la sexta temporada. “No Way Out” es, por mucho, el mejor capítulo de esta entrega y uno de los mejores de la serie: no solo tenemos al grupo en el centro de una invasión zombie a Alexandria, sino también ocurre uno de los hechos más memorables del cómic. A continuación, la reseña del noveno capítulo, que incluye spoilers. Título: "No Way Out" Estreno: 14 de febrero Transmisión este lunes en FOX a las 10 p.m. PUEDE LEER. Quantico, una historia policial de conspiración y terrorismo, se estrena hoy en Perú El capítulo comienza justo en el final del anterior. Así, Daryl, Abraham y Sasha son intervenidos por un grupo de sujetos que les quita sus cosas. Sin embargo, es Dixon quien termina salvando a sus amigos con una bazuca con la cual aniquila a sus malhechores. Este, sin duda, será el preludio para la aparición de Negan, el villano más sádico en los cómics. Mientras tanto, Rick Grimes (Andrew Lincoln) se encuentra encabezando un plan para desviar a los zombies que invadieron Alexandría. Al ver que es muy arriesgado, decide que su hija Judith esté en un lugar más seguro. El Padre Gabriel, quien busca la redención ante Grimes, se ofrece y la lleva a su iglesia. Ya de noche, el plan viene ejecutándose con normalidad hasta que Sam, el hijo de Jesse, se queda paralizado al observar a los zombies. Recordando una frase que le había dicho Carol (“los monstrous vendrán por ti”), el menor es apoderado por el pánico y empieza a hacer bulla, por lo cual termina siendo devorado por los caminantes. Sería el comienzo del caos. En simultáneo, Denisse y el ‘Lobo’ que la tenía raptada intentan escapar, aunque este es mordido y por eso deciden ir a la enfermería. Al final, el raptor termina siendo baleado por Carol y Denisse logra retornar a su hogar. Será clave más adelante. Momento épico Una Jesse desquebrajada se parte en llanto y queda atónita a la espera de ser consumida por los zombies. Sin duda, Lincoln demuestra su gran nivel actoral al mostrar en cuestión de segundos a un Rick Grimes desolado por la muerte de ella y a otro que tiene que dejar esos sentimientos de lado para sobrevivir y salvar a su hijo, por lo que le corta la mano a Jesse. Ron, el otro hijo de Jesse, en venganza apunta a Rick con una pistola, pero antes de jalar el gatillo es atravesado por la espada de Michonne. A su caída, la bala termina saliendo y hiere a Carl, dejándolo sin un ojo. Esta fuerte escena se convierte en uno de los momentos más recordados de la serie ya que replica lo visto en el cómic. Carl se desmaya tras ello. Rick lleva raudamente a Carl a la enfermería y Denisse lo atiene al instante. Al prender las luces, llaman la atención de los zombies, por lo que, en un acto de frenesí, Grimes coge su hacha y sale para acabar con todos los errantes posibles. Su arrebato fue seguido por Michonne, Heath, Aaron y Spencer. La unión hace la fuerza. Esa será la principal lección que Rick Grimes aprenderá. Y es que todo Alexandría dejó de lado sus temores para unírsele y acabar con los invasores. Todos ayudan a todos, como Abraham y Sasha ayudaron a Glenn ante una inminente muerte. Inclusive los más débiles aportaron su granito, como dijo Eugene: “Esta es una historia que la gente contará”. Al final del episodio, Rick se encuentra hablándole a su hijo sobre lo equivocado que estaba. Tras ver lo que toda la comunidad unida puede hacer, el líder de Alexandría ha reconocido que sí se puede vivir en un nuevo mundo gracias a los aportes de todos. Y quiero mostrárselo a él. El capítulo cierra con Carl recuperando la conciencia tras el impacto, en una emotiva escena final. Dato - A continuación puede ver el tráiler de 'The Next Word', el próximo episodio de The Walking Dead.