Al Pacino está asociado al cine y al éxito. Sin embargo, pocos creerían que detrás de su brillante trabajo como Michael Corleone en El Padrino le dejó secuelas nunca antes imaginadas por sus seguidores.
Luego de casi 50 años de su estreno, el reconocido intérprete reveló aspectos nunca antes conocidos de la trilogía más famosa sobre los gángsters y las mafias en el mundo.
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En una entrevista con The Hollywood Reporter, el actor de 79 años confesó que necesitó de ayuda profesional para manejar la fama tan repentina que le trajo sus clásicos papeles en el cine. Incluso, contó que necesitó de terapia psicológica para poder sobrellevar los conflictos internos que su misma fama les ocasiona.
“Tuve que trabajar muchas cosas. Fui a terapia cinco días a la semana durante 25 años”, reveló Pacino.
El actor de “El Irlandés” añadió que a pesar de los difícil que es la vida del actor, uno tiene que acostumbrarse a ese ritmo de vida. “Me acuerdo que Lee Strasberg me dijo: “Querido, simplemente tienes que asimilarlo”. Y es verdad que lo tienes que hacer, pero no es tan sencillo”.
Al Pacino también sostuvo que debido la excesiva exposición decidió alejarse un tiempo de ese mundo, pero luego volvió porque necesitaba trabajar. “Necesitaba alejarme temporalmente de ese ritmo infernal, e incluso de la propia industria. Me vino muy bien y disfruté mucho de esa época. Pero llega un momento en que se te acaba el dinero, y no te queda otra que trabajar duro para recuperarlo”, señaló el actor.
No obstante, tras ese vertiginoso y exitoso arranque, Al Pacino protagonizó otras grandes cintas como “Tarde de Perros”, “Caracortada (Scarface)”, “Justicia para todos”, “Perfume de mujer”, entre otros.
La interpretación de Al Pacino en la trilogía de Mario Puzo le condujo a ser nominado a los premios Oscar, por primera vez, como mejor actor de reparto.